Corea del Sur, Japón y Estados Unidos publicaron este lunes un comunicado en el que “condenan en los términos más enérgicos posibles” el reciente acuerdo entre Corea del Norte y Rusia, que profundiza su cooperación militar y puede incrementar el suministro de armas desde Pyongyang a Moscú para su uso en Ucrania.
El comunicado añade que el acercamiento Pyongyang-Moscú “debería ser motivo de grave preocupación para cualquiera que tenga interés en mantener la paz y la estabilidad en la Península de Corea, defender el régimen global de no proliferación y apoyar al pueblo de Ucrania en su defensa de su libertad e independencia contra la brutal agresión de Rusia”.
El acuerdo, que tanto Moscú como Pyongyang aseguran que cumple con la ley internacional, podría implicar también el envío de tecnología avanzada rusa a Corea del Norte, según algunos expertos.
El anuncio trilateral concluye asegurando que el compromiso de EE.UU. con la defensa de sus dos aliados “sigue siendo férreo” y que Seúl, Washington y Tokio “reafirman que la vía del diálogo sigue abierta e instan a la RPDC a cesar nuevas provocaciones y a regresar a las negociaciones”.
Tras el fracaso del diálogo sobre desnuclearización en 2019, Pyongyang ha apostado por dar la espalda a las nuevas propuestas para negociar, por modernizar su armamento, por descartar una reunificación pacífica con el Sur y por fortalecer su acercamiento a la Rusia de Putin, especialmente tras la invasión de Ucrania.
El factor China
Los expertos apuntan a la posible influencia de Pekín a la hora de ver el verdadero recorrido que tendrá el nuevo pacto entre Rusia y Corea del Norte, tradicionales aliados chinos y cada vez más dependientes del gigante asiático.
“Es probable que China esté nerviosa. Pyongyang está priorizando a Moscú sobre Pekín porque Rusia parece dispuesta a ofrecer más a Kim de lo que le da China”, señala Sydney Seiler, antiguo analista de inteligencia de Estados Unidos y actualmente investigador del CSIS.
Cha, por su parte, señala la posibilidad de una próxima cumbre entre Xi Jinping y Kim “para equilibrar y alinear posturas”, y también recuerda que el presidente chino celebró su última reunión con el dictador norcoreano en junio de 2019, meses después de la fallida cumbre de este último con el expresidente estadounidense Donald Trump.
Xi, quien también afronta una presión creciente de Occidente por su apoyo a Moscú durante la invasión de Ucrania, recibió a Putin en Pekín en mayo en una cumbre en la que afirmaron abrir “una nueva era” de sus relaciones, y según algunas informaciones, pidió al líder ruso que no viajara a Pyongyang inmediatamente después de su paso por China.
Pekín por el momento se ha limitado a señalar que Moscú y Pyongyang “tienen la legítima necesidad de intercambios, cooperación y desarrollo de sus relaciones como vecinos cercanos y amistosos”, según dijo la víspera el portavoz de la Cancillería china Lin Jian.
(con información de EFE)
Fuente Infobae