Sobre la Policía Bonaerense, Garré advirtió: «Si uno cree que la forma de solucionar el problema es algún tipo de negociación con las fuerzas, pero sin asumir las riendas del problema, lamentablemente esa autonomía lleva a deformaciones muy grandes y contribuye a la prostitución y a la corrupción de algunos sectores de las fuerzas».
En declaraciones radiales, Garré destacó que los ex ministros de Seguridad bonaerenses Juan Pablo Cafiero y León Arslanian hicieron «esfuerzos muy serios» para producir cambios y controlar a la policía provincial. Pero -denunció- «no hubo continuidad lamentablemente en esas tareas».
«Yo creo que se había avanzado, la continuidad es fundamental y una vocación irrenunciable de ejercer el control político de las fuerzas», amplió Garré.
Recientemente Scioli y Casal dispusieron una nueva reforma en el esquema policial provincial, que incluyó el retiro del jefe de la fuerza, Juan Carlos Paggi, reemplazado por su número dos, Hugo Matzkin. En ese marco, se anunció la creación de una Policía de Prevención Municipal, y al mismo tiempo se resolvió dar impulso a la Policía Judicial.
En tanto, el diputado nacional peronista Francisco de Narváez terció hoy en la pulseada de Garré y Scioli. Tras denunciar que la provincia de Buenos Aires «se encuentra virtualmente intervenida en materia de seguridad», advirtió que en «las contradicciones de las políticas de seguridad del kirchnerismo en la pelea Garré versus Scioli, los que pierden son los bonaerenses».