Un grupo de rebeldes atacaron este viernes una base de la Organización Naciones Unidas ( ONU) en la ciudad de Semuliki, al este de la República Democrática del Congo, en África, dejando al menos a 14 soldados de las fuerzas de paz muertos y unos 50 heridos, informó la institución.
Se trata del peor episodio de violencia contra una misión de paz en la historia reciente de la organización, detalló el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al calificar la agresión como «un crimen de guerra».
«Quiero expresar mi indignación y con el corazón roto por el ataque», dijo Guterres a los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York.
La base atacada está a unas 27 millas del poblado de Beni, que ha sido asaltado varias veces por el grupo rebelde Fuerzas Aliadas Democráticas (FAD). El área ha sido escenario de repetidas masacres y al menos 26 personas murieron en una emboscada en octubre pasado.
La agencia AP asegura que los mortales combates de esta semana se extendieron por unas cuatro horas. Tras el ataque, MONUSCO dijo que estaba coordinando una respuesta conjunta con el ejército congoleño y evacuando a los heridos de la base.
Además de las víctimas reportadas, otros tres soldados de paz desaparecieron después de un tiroteo el jueves por la noche, dijo Ian Sinclair, director del Centro de Crisis y Operaciones de la ONU a la agencia Reuters.
Congo vive una constante violencia que es, en muchos casos, agudizada por las enormes riquezas mineras. Fue colonia belga hasta la década de 1960 y luego de la independencia, vivió entre dictaduras corruptas, guerras civiles y enfrentamientos con rebeldes de naciones vecinas. El resultado es un país empobrecido con una historia de millones de muertos.
Desde la llegada de la misión de la ONU se han intensificado los conflictos. Aunque también ayudaron en 2006 a que el país celebrara sus primeras elecciones libres en 46 años. Pero desde entonces, el ganador de los comicios, el presidente Joseph Kabila, ha tratado de perpetuarse en el poder: su mandato finalizó en diciembre pasado.
El descontento popular ha ido en aumento desde que unas elecciones que habían sido pautadas para el año pasado se postergaron una y otra vez. Actualmente, una elección para reemplazar a Kabila, que ha gobernado desde el asesinato de su padre en 2001, está programada para diciembre de 2018.
Entre los grupos rebeldes que surgen y desaparecen, uno que significa una gran amenaza es el FAD, activo desde los años 90. Son rebeldes islamistas que operan mayormente en la frontera de Uganda.
El conflicto entre grupos de milicianos rivales es por el control de sectores del este del Congo, rico en minerales. Estos enfrentamientos continúan casi una década y media después del final de la guerra que se extendió entre 1998 y 2003.
Si bien la ONU y el gobierno del país han apuntado a FAD, no se sabe aún si hubo más fuerzas involucradas en el ataque.
Unovisión
