Guzmán: «Estamos dispuestos a escuchar a los bonistas»

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We are willing to listen”, “estamos dispuestos a escuchar”, “estamos abiertos para recibir ofertas” “y deseamos que haya ofertas”, afirmó el ministro de Economía, Martín Guzmán en el marco de una conferencia virtual organizada por el Council on Foreign Relations, con sede en Nueva York.

Estos anhelos fueron el común denominador de las respuestas que dio el titular del Palacio de Hacienda a las numerosas preguntas referidas a qué sucederá el 22 de mayo, momento en el que el país debería llegar a un acuerdo con los acreedores para evitar el default.

Tras una breve introducción sobre los lineamientos de la política económica argentina y la importancia de presentar una oferta “sustentable” – para que la Argentina no repita su historia de incumplimientos-, se dio paso a preguntas.

Uno de los tópicos de mayor interés fue detectar cuán flexible será la posición argentina frente a reclamos de los bonistas. En este sentido, Guzmán admitió que hasta el momento sólo recibió una oferta que fue rechazada por no estar alineada con “los parámetros de la propuesta Argentina”.

De todas maneras, y a tono con sus últimas declaraciones públicas, el ministro de Economía se mostró en todo momento dispuesto al diálogo. Las conversaciones mantenidas con los acreedores “son constructivas y positivas”, dijo el funcionario.

En tal sentido, sostuvo que el gobierno está dispuesto a contemplar distintas combinaciones de reducción del capital, del interés y del período de gracia que le acerquen los bonistas, siempre que “se respeten las restricciones que afrontamos”.

Matizó su tono conciliador con una broma al señalar que durante la última hora no había chequeado ni su teléfono ni su email para ver si había recibido una nueva oferta por parte de los acreedores.

Ante las insistentes preguntas sobre qué iba a suceder en caso de no llegar a un acuerdo con los acreedores el viernes próximo, Guzmán se mantuvo firme en señalar que “estamos comprometidos en seguir trabajando para llegar a un acuerdo”.

El ministro también señaló que “sabemos que los acreedores estuvieron trabajando duro” para hacer llegar una propuesta.

La exposición fue moderada por el ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Robert Rubin, rival histórico del premio Nobel de Economía y mentor de Guzmán, Joseph Stiglitz. Es más Rubin hizo mención a su viejo contrincante, refiriéndose a Stiglitz, cuando presentó al ministro. Del foro también participaron la ex subdirectora gerente del FMI Anne Kruger, como así también representantes de Black Rock, el fondo de inversión más grande del mundo y principal tenedor de bonos argentinos. Kruger en su momento fue el ala más dura del Fondo en la relación con la Argentina y propició un Mecanismo de Reestructuración de Deudas Soberanas (SDRM) argumentando que los países no quiebran.

Crecimiento

El ex secretario del Tesoro preguntó a Guzmán por qué estimaba un crecimiento tan bajo para el país –la propuesta argentina prevé un aumento del 1,7% anual en los últimos años de esta década-. El funcionario respondió que los números contenidos en la oferta argentina son “realistas” y agregó que el país ofreció a los bonistas un cupón atado al PIB pero “esta opción no les pareció atractiva”.

Justamente, tal como anticipo Ámbito, los acreedores consideraban muy baja la estimación de crecimiento proyectada. Más aún, alguno recordó el “manipuleo de las estadísticas argentinas”.

Ante la consulta de por qué el gobierno negoció antes con los bonistas que con el FMI, Guzmán admitió que se está conversando con el organismo multilateral, pero explicó que en este caso hay más tiempo para las tratativas ya que este año no hay vencimientos de capital.

El ministro también señaló que bajo el liderazgo del presidente Alberto Fernández, la Argentina está comprometida con “cambiar la historia” implementando políticas sustentables tanto en lo político como en lo social y económico. En este marco, precisó que “queremos tener una relación duradera y saludable con los acreedores”.

Si bien hubo pocas precisiones sobre el programa económico, aseguró que el bajo crecimiento del PBI es una cifra “realista” y que el aumentar las exportaciones al 4 o 5% “era posible”.

Reconoció que el coronavirus incrementó el déficit fiscal y comentó que se tomaron diversas medidas para ayudar no solo a los sectores vulnerables, sino también a las empresas para no afectar la recuperación una vez se vuelva a la normalidad. En este sentido y ante la falta de inversiones, Guzmán indicó que “se está incentivando invertir en moneda local” y precisó que para crecer a largo plazo se necesita incrementar el ahorro nacional. Sin embargo, no aclaró de qué manera se logrará este objetivo dado el alto nivel de inflación.

Liliana Franco/Ámbito

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