El ex titular de Medios Públicos durante la gestión de Mauricio Macri, Hernán Lombardi, expresó que “actualmente en la Argentina se ve un retroceso en cuanto a libertades” y cuestionó la decisión del Gobierno de impedir que referentes de la oposición formen parte del directorio de Radio y Televisión Argentina (RTA).
“Acá hay un gobierno que busca permanentemente enemigos imaginarios”, dijo Lombardi en diálogo con Infobae al denunciar la falta de controles en el sistema de medios públicos. También analizó el uso de la pauta oficial, el manejo de la comunicación en la pandemia y los ataques del Presidente a la prensa.
-¿Cuáles son los cuestionamientos que hace al Gobierno en relación al control de medios públicos?
-Vamos de lo general a lo particular. La libertad de opinión y el expresar ideas es un oxígeno que respira la Democracia. Todo esto debe estar en absoluta libertad. Esto incluye a los medios nuevos, a las redes y a los medios públicos, que son los que pagamos entre todos. Y uno de los motivos de subsistencia de todo esto es la más rigurosa libertad de expresión.
-Entonces…
-Entonces, la normativa actual contempla que el directorio de Radio y Televisión Argentina (RTA) tenga siete miembros de los cuales tres son designados por el Parlamento. Por la mayoría y la minoría. En mayo pasado se reunió la Comisión Bicameral del Congreso y designó a uno por el oficialismo y otro por la oposición. Esa designación se hizo de manera unánime y fue ratificada por las autoridades de ambas Cámaras. Pero ahora el Poder Ejecutivo se demora inexplicablemente en esa designación y hace lugar a una objeción de la directora de RTA, Rosario Lufrano. Así, hizo lugar sólo a la designación de un representante del oficialismo y no puso a nadie de la oposición como dice la ley.
-¿Es decir que hoy no hay control alguno en RTA de parte de la oposición?
-Nosotros cuando estuvimos en el gobierno de Mauricio Macri, gobernamos desde el primer día con un directorio de siete miembros. Sólo dos de esos fueron designados por el Poder Ejecutivo y el resto por el Parlamento. Así gobernamos como prevé la ley. Acá ya pasaron siete meses y no hay un solo miembro de la oposición controlando en RTA los temas de libertad de expresión.
-¿Cómo impacta esto en términos prácticos?
-Esto implica que se manejan los medios públicos al gusto y placer del Poder Ejecutivo. En términos prácticos te puedo mandar la foto de la televisión pública poblada de afiches de la campaña electoral de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Hay un avance y un control de la radio y televisión pública que hace recordar a los peores momentos de la Argentina. Nosotros gobernamos con un pluralismo absoluto. Hay informes que muestran que nosotros teníamos todas las voces en la radio y la televisión. El riesgo de que esto no ocurra es que va de la mano de la falta de libertad de expresión en una democracia.
-¿Entonces usted cree que hoy no hay libertad de expresión en la Argentina?
-Creo que hay retrocesos en cuanto a plena libertad en relación a lo que se vivió en nuestra gestión. El Presidente tiene todo el derecho a opinar porque es un ciudadano más. Pero lo que me parece que hay aquí es un uso del poder en la discusión con un ciudadano común con una clara asimetría. Cuando nos escandalizábamos que Cristina Kirchner retaba en público a un abuelo que compraba dólares era porque había una asimetría de poder. Esa práctica se volvió habitual ahora cuando el Presidente manda a Cristina Pérez a leer la Constitución o con los reiterados episodios de enfrentamientos con las periodistas Viviana Canosa o Silvia Mercado. El Presidente tiene derecho a opinar pero no puede usar esa asimetría de poder. Allí hay un retroceso porque los periodistas se ven intimidados. No quiero dejar de agregar el contenido del último aviso del Gobierno de continuar con la cuarentena. No hay que buscar enemigos imaginarios. El populismo busca enemigos imaginarios.
-¿Cree que hay un reparto equitativo de la publicidad oficial actualmente?
-No es un tema que yo siga particularmente de cerca. No sé con qué transparencia se informa de ello. Lo que si veo es un manejo diferente de lo que hicimos. Nosotros fuimos muy austeros en términos reales. Bajamos un 65% la pauta oficial en nuestra gestión, aunque hay que ser equilibrados y decir que en este contexto de pandemia la pauta creo que debería ser mayor para informar a los ciudadanos por la cuarentena. Eso tiene una lógica, el incremento de publicidad oficial. Lo que no tiene lógica es utilizar la publicidad oficial para profundizar las diferencias entre los argentinos. Hoy el que opina distinto para el Gobierno es anticuarentena. Lo mismo ahora con la reforma judicial, que creo que no debería ser la prioridad en este momento. Es que creo que la única forma de salir de la crisis con certeza y confianza no es diciendo que queremos tocar a la Corte Suprema. Hay que empezar a generar certezas. Y si se habla de tocar la Corte, no se generan certezas.