Hugo Ávila habló de su nueva vida, lejos de Jorgito Moliniers y de ShowMatch

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Hugo Ávila, ex jefe de coaches de ShowMatch y ex pareja de Jorgito Moliniers, habló sobre su radical cambio de vida en su Córdoba natal.

«Hice un cambio de vida como de 180 grados. Hasta me dicen que hablo un poco más lento. Me llaman mis amigos de Buenos Aires y me dicen ‘hablá un poco más rápido, que desesperás'», arrancó Ávila en diálogo con Esto no es Hollywood, el ciclo que conduce Fernanda Iglesias por Mucha Radio.

«Estuve 15 años con Tinelli, desde Videomatch, yo estaba trabajando ahí, pero como no había ‘Bailando…’ nuestro laburo era interno, no se veía. Fueron años muy intensos y cuando apareció el Bailando… se tornaron más intensos todavía. Llegó un momento en el que en el programa me decían algunas cosas, había algunas peleas y me entraban todas las balas, no tenía anticuerpos. Entonces renuncié y volví a Córdoba, donde nací», se sinceró.

«Tenía que ver con eso, con que por ahí estar ahí con mi pareja, en el trabajo… Después estaba en mi casa y seguía trabajando, era como una cosa rara, esa cosa de no saber cuándo se termina el trabajo y cuándo empieza la vida. Y llegó un momento en que me estresé mucho», reconoció Ávila.

«Físicamente me agarró una urticaria desde la frente hasta los pies, era una sola roncha, entonces dije: ‘apa, me pegó en la salud’. Fue una serie de cosas que hicieron que dejara esto y me viniera para acá», agregó.

«Lo que estoy haciendo ahora es despertarme y tener el Uritorco en la cara, así empiezo mi día. Después estoy trabajando con una productora de acá, Camila Vaca, en certámenes de danza. Estamos recorriendo el país, conociendo gente, eligiendo, buscando nuevos talentos para hacer una final en el teatro Luxor de Carlos Paz. Y después, nada. Mi familia vive acá, entonces ahora agarro el fin de semana y me voy a comer con mi hermana, algo que no hacía hace 25 años», se explayó sobre su nueva vida.

«No veo ShowMatch, a veces engancho algo en YouTube, o en Instagram o Facebook, y veo un conflicto y me hace algo en la panza. Digo: ‘no tengo nada que ver y me siguen entrando las balas’”, comentó.

“Yo siempre le decía a los chicos que no estaba hecho para estar frente a cámaras. Me da vergüenza, me pone incómodo. Desde la primera nota que me hicieron hasta la última tenía la misma sensación, no estaba hecho para eso, menos para el conflicto, menos para ponerme a discutir», admitió.

«Volví a mis orígenes, estoy juntándome con mis amigos del folclore, bailando… A Buenos Aires no vuelvo», concluyó.

El Trece TV

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