En rueda de reconocimiento, testigos aseguraron que Jorge Pablo Di Blasi, de 37 años, fue el autor del disparo que mató a Lourdes Espíndola, la policía baleada en Ituzaingó el último sábado. Las pericias y los relatos empezaron a cambiar el móvil del asesinato.
Tres testigos, una mamá y sus dos nenas, participaron de la rueda de reconocimiento dispuesta por la fiscal de Ituzaingó Laura Cristini. Allí identificaron Di Blasi como el hombre que bajó de un auto y mató a la oficial de la Policía de Buenos Aires. Los testigos dieron una descripción perfectade esta persona, que fue la primera detenida en la causa.
La secuencia que cuentan los testigos es totalmente distinta a la que se venía manejando hasta ahora: a Espíndola la fusilaron, no la mataron con su arma reglamentaria. Los testigos relataron que vieron un auto negro con una persona que manejaba y otra que iba atrás, que se aproximó a la parada de micros, donde ella esperaba un colectivo de la línea 9.
Según el relato que ofrecieron, una persona abrió la puerta trasera del lado del conductor del auto, se bajó con dos armas, una en cada mano, y les apuntó. El delincuente pidió que se tiren todos al piso, las nenas salieron corriendo y abrió fuego. Así asesinó a la oficial, de un disparo en el cuello.
Cuando la mujer cayó al piso, intentaron sacarle el cinturón, no pudieron lograrlo y fueron por la cartuchera. Así le robaron el arma. Desde el suelo, Espíndola hizo el llamado a través de la aplicación Whats App, con el que intentó avisarle a su marido que estaba herida.
Fuentes oficiales le habían confirmado a TN.com.ar que el delincuente capturado y acusado como autor del crimen cuenta con un antecedente en noviembre de 2017 de portación ilegal de arma de guerra.
El pasado sábado, en la estación del peaje Quintana de la Autopista del Oeste, Espíndola fue baleada por delincuentes cuando esperaba el colectivo para regresar a su casa, desde su trabajo, en Ituzaingó. La oficial recibió un disparó en el cuello, le sacaron el arma reglamentaria y escaparon.
El domingo, los médicos del Hospital Posadas, de El Palomar, le declararon la «muerte cerebral». Al certificar que su estado era irreversible, la familia de la joven agente donó sus órganos.
Un segundo sospechoso había sido detenido por la Policía Bonaerense. Cinco meses atrás, el hombre había sido demorado por tentativa de robo en Morón. Se trata de Pablo Manuel, que cayó en la misma localidad. El hombre, de 38 años, se escapó de su casa, se escondió en otro lugar, pero finalmente los policías lo localizaron en el cruce de Laguna y Hortiguera.
