El Ministerio de Transporte de la Nación presentó un sistema de modernización del transporte público en el área metropolitana que le permitirá a los usuarios visualizar desde una app la ubicación de los colectivos de cada línea en tiempo real, el recorrido que realizan, las paradas que deben respetar y la velocidad a la que está circulando. Esta tecnología le otorgará al pasajero mayor previsibilidad ya que contará en su teléfono celular con toda la información al instante para planificar su viaje y evitar demoras.
Se trata de una plataforma tecnológica que abastecerá a aplicaciones ya existentes como BA cómo llego, Google Maps o Moby; y a otras que seguramente surjan en el futuro a raíz de la divulgación gratuita de los datos recolectados por el Gobierno.
Además, paulatinamente se instalarán en las paradas pantallas inteligentes con esa información.
Hoy en día, el 80% de la gente que circula por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) lo hace en las 388 líneas existentes. Esto se traduce en que 13 millones de personas utiliza ese medio de transporte a diario.
«La tecnología va a cambiar la experiencia del usuario. Con el sistema predictivo vamos a poder saber, por ejemplo, si el colectivo está pasando por otro lado porque hay un corte y dentro de cuántos minutos pasará el próximo colectivo. Si hay un siniestro vial vamos a poder comunicarle al usuario que el colectivo se está salteando tal parada y que lo puede encontrar en tal otra. Al ver la app, la gente va a poder tomar decisiones y gestionar los problemas», explicó el Secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez.
Esta nueva tecnología, que comenzó a instalarse en las validadoras de la SUBE en noviembre de 2018, ya alcanza a 23 líneas y a 18 mil colectivos. La información recabada, que se proyecta en un mapa donde se ven todas las líneas y ramales que circulan por el AMBA, no solo puede ser utilizada por los usuarios sino también por las empresas de colectivos para mejorar la calidad de su servicio.
«Hoy, cada diez paradas hay una persona con unas planillas que le indica al chofer que vaya más rápido o más lento. Pero con este sistema, las empresas van a poder gestionar mejor su flota en tiempo real», resaltó Méndez.
Con respecto a las etapas de implementación del sistema, desde Transporte informaron que en febrero ya habrá 24 líneas que utilicen el predictivo. Ascenderán a 90 líneas en marzo y a 137 en abril. Se proyecta que para fines del segundo trimestre las 388 líneas dispongan de ese software. Luego, se extenderá todo el país.
«Hoy, lo que más critica la gente es el tema de la previsibilidad. Esa incertidumbre de cuándo llega el colectivo es lo que más angustia genera, al igual que cuando llegan cuatro colectivos juntos. Hay gente que sale hasta media antes de la casa para ir a trabajar, sobre todo en hora pico. Estamos en vías de resolver esto y la información va a estar en un dispositivo», remarcó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.
El sistema predictivo también evitará que los usuarios no se expongan a riesgos innecesarios por la noche y que más personas se animen a usar el colectivo durante la madrugada. «Sobre todo los que utilizan los colectivos que circulan por el Conurbano donde la frecuencia no es la misma», señaló Dietrich.
También alertará cuando un colectivo haya tenido que cambiar su recorrido por una «fuerza mayor» como un corte, una movilización o un accidente. Para facilitar esa comunicación, desde Transporte porteño se diseñó una opción llamada «desvíos segregados», que es cuando surgen manifestaciones en algunos puntos de la ciudad como, por ejemplo, el Congreso de la Nación.
«Diseñamos un plan específico que trabajamos con todas las líneas que atraviesan la zona del Congreso. Así, cuando haya un corte todos van a estar alertados y los choferes van a saber qué camino alternativo tomar», precisó Méndez.
Mayor puntualidad, mayor previsibilidad y más información al instante para planificar el viaje; eso son los ejes principales de este sistema que apunta a una «ciudad inteligente» ya que luego se pondrá en marcha en trenes y subtes.
«Detectamos el problema y establecimos qué herramientas tecnológicas existían. La licitación la ganó una empresa italiana. Compramos el software, hicimos una inversión millonaria de 55 millones de dólares, los instalamos en algunas líneas, hicimos las prácticas, hicimos las pruebas, fuimos trabajando con el sector empresario y hoy tenemos este producto final que los usuarios lo van a ir viendo durante el año», concluyó Dietrich.
