El robo de cables, para la venta de cobre, es un problema en constante crecimiento que afecta a toda la comunidad y que tiene graves consecuencias económicas y sociales, así lo señalaron desde Alerta Banda.
Las consecuencias directas son las graves lesiones que puede sufrir la persona que comete este delito ya que por lo general no utilizan elementos de seguridad para manipular los cables eléctricos. También se exponen a caer al vacío al subir a los postes de luz y a recibir descargas al cavar para extraer los cables subterráneos.
Las personas particulares también se ven expuestas a un gran riesgo ya que los tableros y postes de luz que son dañados durante el robo suelen quedar con cables expuestos y cualquier persona que los toque puede recibir una descarga.
En cuanto a las consecuencias indirectas, están vinculadas los daños materiales, a las bajas de tensión e interrupción del servicio eléctrico y al daño del alumbrado público; todo esto implica un gasto económico al Estado o de la empresa que brinda el servicio eléctrico.
El municipio a través de la Secretaría de Obras Públicas repone constantemente los cables robados y repara los tableros y postes de iluminación dañados que forman parte del sistema de alumbrado público y de los espacios públicos.
Para evitar que esta situación avance y continúe generando consecuencias económicas y sociales, es importante que los vecinos también se involucren y denuncien tanto el robo de cables como la compra ilegal de cobre.
Para ello, Alerta Banda pone a disposición de la comunidad sus números de teléfono: 3854209837 / 3855140924 (celular) y 385 475-5222 Unidad de Respuesta.
