El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, permanece internado en la sala COVID del Hospital Regional de la capital de Santa Cruz, donde es tratado por “un cuadro de neumonía bilateral” y “respondiendo a la medicación”, tras haber sido diagnosticado con coronavirus hace más de diez días.
La Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la municipalidad de esta ciudad informó a través de un comunicado, que difundió en las redes sociales, el estado de salud del dirigente del Frente de Todos, quien ingresó el viernes pasado al centro de salud para “realizar el tratamiento correspondiente”, tras presentar “40 grados de fiebre” y “constante dolor de cabeza”.
“Grasso ingresó este mediodía al Hospital Regional Río Gallegos para realizarse estudios complementarios según indican los protocolos y recomendaciones médicas, a consecuencia de algunos síntomas persistentes de COVID-19″, precisaron el domingo las autoridades.
En el lugar, los doctores le realizaron una tomografía que arrojó una neumonía bilateral, por lo que se decidió que quede “internado y en observación”, tras haber pasado 12 días aislado en su domicilio porestar infectado de coronavirus, según precisaron a la agencia Télam fuentes médicas.
No obstante, el Municipio aseguró que el mandatario “se encuentra estable, de buen ánimo y está respondiendo a la medicación”.
El propio Grasso fue quien, el 19 de agosto pasado, contó a través de las redes sociales que se hizo un hisopado y dio positivo de COVID-19, por lo que comenzó el aislamiento de rigor en su domicilio, aunque en ese momento estaba sin complicaciones.
“Les quiero decir a los vecinos que mi resultado para el hisopado de Covid-19 es positivo, me encuentro bien y les quiero pedir que sigamos reforzando las medidas, cuidémonos más que nunca, cuidemos nuestras familias y sé que entre todos vamos a salir adelante, gracias a todos”, indicó el jefe comunal.
Según trascendió, el intendente se sometió al test luego de haber encabezado el acto central por el 170 aniversario del fallecimiento del general José de San Martín, a raíz de la confirmación del contagio de uno de sus colaboradores.
“Por haber sido un contacto estrecho de uno de mi colaboradores y sin síntomas, me realice el hisopado correspondiente en el Hospital Regional. Mi equipo de trabajo ya se encuentra aislado a la espera de los resultados”, explicó en su cuenta oficial de Twitter.
En un primer parte oficial del municipio, se precisó que el estado de salud de Grasso en ese entonces era “bueno” y se aclaró que el dirigente seguiría “desempeñando sus funciones desde su casa, cumpliendo con el aislamiento”. De hecho, hace poco participó de encuentros virtuales con sus colaboradores más cercanos.
Días antes de esa noticia, había sido también diagnosticada con positivo de coronavirus la presidenta del Concejo Deliberante de Río Gallegos, Paola Costa.
Pablo Grasso, del Frente para la Victoria, asumió en diciembre pasado la intendencia de Río Gallegos, capital de la provincia que gobierna Alicia Kirchner. El ex titular del Instituto de Vivienda provincial ganó las elecciones por poco más de 500 votos ante la diputada nacional de la UCR Roxana Reyes y consiguió que el kirchnerismo recuperara el poder en esta ciudad.
A principios de este mes participó del acto de re lanzamiento del Plan Procrear que encabezó el presidente Alberto Fernández, aunque lo hizo a través de una videoconferencia, por lo que no tuvo contacto directo con el jefe de Estado.