Si se aprueba, Japón quedaría libre de tales restricciones de emergencia por primera vez en casi seis meses.
Las medidas actuales requieren que los restaurantes cierren temprano y se abstengan de servir alcohol. Se ha pedido a la gente que evite las salidas no urgentes y que se abstenga de cruzar las fronteras de las prefecturas.
Incluso aunque finalice el estado de emergencia, las autoridades están considerando mantener algunas restricciones en su lugar, por temor a un aumento en las infecciones si el país se abre por completo, según los medios locales.
Tokio está evaluando limitar el horario de apertura de los restaurantes, por ejemplo, y solo permitir que se sirva alcohol en restaurantes preaprobados.
Japón experimentó un aumento de casos durante el verano boreal, mientras luchaba por contener la contagiosa variante Delta del coronavirus, alcanzando un récord de 25.000 nuevas infecciones diarias.
Sin embargo, ese número bajó en las últimas semanas y se registraron un poco más de 2.000 casos el domingo. Más del 57% de la población está ahora completamente vacunada.
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