Jorge Washington Ábalos, arquetipo de maestro santiagueño

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4163Hoy se conmemora el centenario del nacimiento de Jorge Washington Ábalos. En este día relevante para nuestra historia e identidad santiagueña, la biblioteca que lleva su nombre, emplazada en el barrio Autonomía, quiere recordar al escritor y compartir con toda la sociedad su legado.

Santiagueño hasta los tuétanos por sangre y tradición,  Jorge Washington Ábalos optaría,  además,  por esta identidad profunda. Todos sus libros, científicos o literarios, desarrollan sus aportes desde la realidad de Santiago del Estero. Una provincia, más que región geográfica, comunidad histórica, social y cultural que el maestro rural amó como a su propia vida.

“Maestro”, es el único título que siempre ostentó con orgullo este gran genio, surgido de nuestra provincia. Como el personaje de Shunko, su obra magna, en cuyo epílogo confiesa que “es el maestro que él hubiera querido ser”.

Jorge Washington Ábalos fue uno de los más grandes escritores argentinos. Su obra literaria fue comparada a la del mexicano Juan Rulfo. Pues sin constituir grandes volúmenes, logra adentrarse en lo más profundo de nuestra identidad cultural. Y transmitirla de un modo hasta extraordinario.

Esta obra narrativa está integrada por cuentos y novelas, con temas siempre vinculados al noroeste argentino y la cultura de sus habitantes.

Se destaca la novela Shunko (1949), clásico de la literatura argentina, traducida a varios idiomas, llevada al cine por el director Lautaro Murúa (1959) y, además, al radioteatro.  Shunko integra una trilogía, con Shalacos (1975) y Coshmi, esta última una novela inconclusa.

Como investigador científico efectuó aportes extraordinarios a la medicina, a través de sus estudios empíricos de los animales venenosos.  Trabajó en estrecha colaboración con el médico Salvador Mazza, quien estudiaba la enfermedad que luego llevaría su nombre, el “Mal de Chagas-Mazza”. Luego trabajó con Bernardo Houssay, quien sería Premio Nobel de Medicina, colectando y clasificando vivas arañas latrodectus (viuda negra), con las que los laboratorios tecnológicamente avanzados de Buenos Aires elaboraban antídotos.

Recientemente, la Televisión Nacional Argentina efectuó un documental sobre su vida y obra. El cual fue rodado en gran parte en la biblioteca Jorge W. Ábalos del barrio Autonomía.

Sirvan estos reconocimientos para recordar, y mantener viva en la memoria de nuestros comprovincianos, a un gran Maestro, Científico y constructor social, surgido de lo más genuino de la Cultura santiagueña.

A él se le debe que miles y miles de niños y adultos pudieran salvar sus vidas, luego de ser picados por animales venenosos, en nuestro recóndito interior.  Debemos por ello bregar, también, para que sea ubicado entre los grandes próceres argentinos.

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