Ser madre puede ser una de las experiencias más movilizantes en la vida para aquellas mujeres que eligen este camino. Pero… más allá de lo hermoso y trascendental de la maternidad el camino no siempre es color de rosas, y puede tener momentos muy difíciles.
De ello se animó a hablar Juana Repetto, quien hace un año y medio se convirtió en mamá de Toribio. La actriz y comunicadora decidió ser mamá soltera por medio de la fertilización asistida, y sin tapujos admitió que hubo momentos muy duros, sobre todo durante los primeros tiempos.
A continuación, parte de la entrevista de Juana Repetto para la Revista Para Ti publicada también por el sitio Infobae.
–¿Qué balance hacés de tu maternidad en este año y medio?
–Sin duda, el mejor año y medio de mi vida, pero los primeros tres meses fueron de lo más movilizador e intenso que viví. Me resultó difícil el primer mes, me asusté bastante. Reconozco que la etapa actual, aunque no parás un segundo, me está costando mucho menos que cuando era recién nacido, a pesar de que en ese momento sólo comen, duermen, les cambiás el pañal y parece todo más fácil.
–¿Qué cosa te sorprendió de la maternidad, que ni te imaginabas?
–Me sorprendió el puerperio, el primer tiempo fue duro. Te vas encariñando, pero en ese momento me parecía que no lo quería lo suficiente, ya sé que suena horrible, jaja… ¡Me daba una culpa! Me re hacía la cabeza: “No lo quiero todo lo que lo tengo que querer…”. Es inexplicable, imposible de poner en palabras el amor por un hijo. Hoy, siendo mamá, creo que sólo una madre lo sabe.
–Dijiste que siempre quisiste tener hijos. ¿También tenías claro qué tipo de madre querías ser?
–No. Cuando quedé embarazada empecé a investigar mucho y además fui juntándome con mamás en mi misma situación. Algunas tuvieron sus bebés un par de meses antes que yo y compartiendo experiencias fui encontrando mi propio camino. Y todavía sigo aprendiendo y haciendo cursos, por mí misma y por el blog Mammaminas que tengo con una amiga. Me gusta poder hablar con fundamento y sabiendo, por eso sigo formándome.
–¿Creés en el instinto materno?
–Sí. De hecho creo que en aquellos primeros meses, en que todo me resultó tan difícil, incluso con mis dudas de si lo quería lo suficiente, desde el segundo cero sentía que era capaz de matar por esa cría.
Infobae