Este jueves se conocerá el último dato que falta (índice de salarios de septiembre) para determinar el aumento trimestral de las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones sociales de diciembre. Con los datos difundidos, en el Gobierno aseguran que el incremento rondará entre el 11% y 12%, según surge de la fórmula de movilidad.
Con este aumento, punta a punta, entre diciembre de 2020 y diciembre 2021 el aumento sumaría el 51/52,5%, lo que podría representar algunas décimas o hasta 2 puntos por encima de la inflación esperada hoy para todo el año.
“A fines de octubre de 2021, las y los analistas del mercado proyectaron que la inflación minorista para 2021 se ubicará en 50,3% interanual”, informó el viernes el Banco Central.
A diferencia de 2020, cuando la fórmula del gobierno anterior suspendida hubiera arrojado un 42,1% para todos los jubilados y pensionados y los aumentos por decreto fueron de entre el 24,3% y 35,3%, según los rangos de haberes, este año la comparación anual sería inversa: con la fórmula suspendida hubiera sido inferior, del 48,6%.
Este incremento en diciembre del 11/12% comprende a 18 millones de personas porque incluye también las Asignaciones Familiares, AUH, pensiones no contributivas y PUAM, la pensión universal al adulto mayor. Y debe aplicarse a partir del 1° de diciembre hasta el 28 de febrero de 2022.
Este aumento no incluye a los jubilados y pensionados de regímenes especiales, como docentes, docentes universitarios, Luz y Fuerza, Poder Judicial, que disponen de índices propios.
El haber mínimo de $ 25.922 subiría a más de $ 28.800. La PUAM de $ 20.738 a más de $ 23.020. Las pensiones no contributivas de $ 18.146 a $ 20.150. Y el haber máximo de $ 174.433 a $ 194,000. Por su parte, la AUH iría de $ 5.063 a unos $ 5.630.
Cómo fueron los aumentos
La secuencia trimestral de los aumentos fue la siguiente.
– En marzo, la movilidad debutó con un aumento trimestral del 8,07% sobre la base de los índices del cuarto trimestre de 2020, cuando la inflación entre enero y marzo fue del 12,9%. En parte esa pérdida fue compensada con bonos – que no se integraron a los haberes- de $ 1.500 en abril y mayo a los jubilados y pensionados con haberes más bajos.
– En junio, el aumento fue del 12,12%, frente a una inflación en el segundo trimestre de 2021 del 11%. Nuevamente, como el acumulado hasta junio era menor a la inflación, en parte, esa diferencia fue compensada en agosto con un bono de $ 5.000 – que tampoco se integró al haber – a los jubilados y pensionados con haberes más bajos.
– En septiembre el aumento fue del 12,39% versus una inflación en el segundo trimestre del 9,3%, sin el pago de bonos porque los aumentos superaron la suba acumulada de los precios.
– Ahora, en diciembre el aumento será del 11/12% con una inflación que se proyecta por encima del 50% pero la cifra definitiva dependerá del proceso de congelamiento de los precios, del valor del dólar y de la nueva situación económica-financiera que se abrirá tras las elecciones.
Aún así, el aumento de diciembre se extiende hasta febrero de 2022 con lo que las jubilaciones y demás prestaciones sociales sufrirán un deterioro en enero y febrero por la suba de los precios.
El aumento surge de la fórmula de movilidad que combina la mitad de la variación trimestral de los salarios -en este caso, tercer trimestre-, según el RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables que elabora Seguridad Social) y el Índice de Salarios del INDEC (se difundirá el próximo jueves), de ambos el mayor.
La otra mitad de la fórmula se compone de la variación del tercer trimestre de este año de la recaudación impositiva por beneficiario que va a la Seguridad Social.
Además, para determinar el aumento de diciembre se compara el resultado acumulado anual de esa parte de la formula con la variación interanual (entre el 1 de octubre del año anterior y el 30 de septiembre) de los recursos totales de la ANSeS multiplicada por 1,03 y de ambos se aplica el menor.
En este caso el valor que surge de los salarios más recaudación habría sido algunas décimas más bajo que la variación recaudación total de la ANSeS por 1.03.
Con el aumento de diciembre, el deterioro previsional tuvo el siguiente derrotero desde septiembre de 2017:
En 2018 y 2019 todas las jubilaciones y pensiones sufrieron una pérdida versus la inflación del 19,5%.
En 2020, por los aumentos diferenciados por decreto, el incremento interanual de los haberes fue de entre el 24,3% (haber máximo) y 35,3% (haber máximo) versus una inflación del 36,1%, lo que representa una disminución o pérdida de los haberes de hasta el 8,7%.
En consecuencia, la pirámide previsional se acható, y con mayor intensidad porque los bonos extraordinarios que se otorgaron primero de hasta 1,5 veces y después de hasta 2 veces el haber mínimo no se integran a los haberes.
En 2021, el aumento podría superar levemente a la inflación, pero nuevamente por quedar afuera de recibir los bonos, en las variaciones trimestrales los jubilados de haberes más altos perdieron frente a la suba de los precios.
Con relación a fines de 2017, a diciembre 2021 las jubilaciones y pensiones se ubicarían entre un 18 y un 27% por debajo del nivel de 4 años atrás.