Los últimos programas de «¿Quién quiere ser millonario?», conducido por Santiago del Moro, llamaron la atención por las reveladoras e imapactantes historias de vida de los participantes.
La más comentadas de los últimos días fue la de Marina, la investigadora del CONICET que destinará el dinero obtenido en el juego a su proyecto para descubrir la cura para el cáncer de mama.
Aunque muchos se movilizaron por lo que contó la cintífica, hay quienes se mostraron en contra de contar estas historias de vida. Uno de ellos fue Julián Weich, quien En el 2001 y por El Trece, había estado al frente de la primera edición en Argentina del reconocido ciclo.
«Soy muy crítico de la tele porque conozco la tele», comenzó el animador en diálogo con Moskita Muerta, por La Once Diez y agregó sobre el ciclo de Telefe: «Fijate lo que pasa con ¿Quién quiere ser millonario?, eligen participantes, con historias que me parece que no hacen falta».
«Por un lado, está bueno que una persona que trabaja en el Conicet sea reconocido, pero me parece que todo es muy digitado. No está mal que quieras contar la historia, pero me parece muy alevoso, como que ya sabes la historia», afirmó Julián, muy crítico.
Por último, Weich se refirió a los cambios en la televisión actual: «Me parece que todo tiene que ver con la búsqueda del rating, no lo digo mal, porque todos queremos tener rating. El tema es la manera en que lo buscan, la manera más barata, más rápida, más inmediata, a mí me pasa que todavía sigo sintiendo vergüenza ajena por las cosas».