Desde el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana expresaron que el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, señalaron que la inflación entró en una curva descendente.
Sin embargo los precios continuaron aumentando si pausa, sin que hayan desaparecido de sus góndolas las supuestas ofertas de siempre.
En este sentido, la profesora Luján Gerez expresó, «donde la realidad permanece inalterable, sin ningún disfraz, es en los negocios de cercanía de los barrios populares, porque allí nunca llegaron –ni llegan actualmente- ese tipo de ofertas, como tampoco los programas con precios de referencia (“precios cuidados” “precios cercanos” “precios justos” etc.) que promovieron los gobiernos anteriores. En estas geografías los incrementos tampoco perdonan».
«La realidad es que los comercios se encuentran atravesando una situación delicada, con pocas ventas, subas en los costos y un notorio incremento respecto a las tarifas, en
particular de la luz», acotó.
Por otra parte comentó que durante el relevamiento del IBP fueron consultados diversos comercios respecto al comportamiento y los hábitos de consumo de los productos alimenticios de los santiagueños en relación al ahorro, por lo que se mencionan las siguientes estrategias:
– Reemplazo de primeras, segundas y terceras marcas por aquellas que resultan
más económicas.
– Se prioriza la cantidad, por la calidad. Buscan aquellos productos sueltos. Un
ejemplo de ello se da al mencionar “reemplazan de la gaseosa por jugos en
sobres”.
– Consumo de promociones, búsqueda de ofertas, no por necesidad, “la gente
lleva lo que está más barato”.
– El consumo se da en aquellos productos de uso diario o semanal.
– La compra es mínima, se da por importes. Un ejemplo citado “antes compraban
1 kg de pan y ahora llevan 500 gr”.
– Sustitución de productos de consumo esencial por aquellos de menor valor,
reflejado particularmente en el rubro de carnicería “bajo el consumo en todos
los cortes de las carnes”, como también en lo que respecta a lácteos y huevos.
«Ante estos cambios la caída del consumo, en algunos rubros, se encuentra entre
el 30 a 40%. Emerge entonces la preocupación por el sostenimiento y continuidad de los comercios al señalar que “los precios se actualizan cada tres días y por cada semana” y frente a ello “la venta es mínima, pero los impuestos y servicios se elevaron”, concluyó la directora del mencionado instituto.
