La nube de ceniza proveniente del volcán chileno Puyehue, llegó a Buenos Aires arrastrada por los fuertes vientos del oeste y sudoeste, pero a partir de este lunes por la tarde se desplazaba hacia el nordeste y perdía densidad en forma paulatina, informaron fuentes de la Administración Nacional de la Aviación Civil (Anac).
Los voceros precisaron que los horarios de reprogramación de los vuelos que quedaron cancelados desde el domingo y demorados dependerá de la operatividad de cada compañía aérea.
Los aeropuertos que permanecían con dificultades eran el de Córdoba, que no registró actividad durante la jornada, el de Mendoza, donde llegó un sólo avión a las 10.15, y el de San Luis.
En esas terminales aéreas ls compañías decidieron no mandar aviones por precaución.
«En Córdoba todos los vuelos están cancelados. Lan Chile, por ejemplo, canceló sus vuelos desde la mañana y se reunirían para ver si los reprograman. Aerolíneas Argentinas, por otra parte, canceló todos sus vuelos», aseguró a la prensa una fuente de la aeroestación.
Precisó que el aeropuerto «siempre estuvo operable y que los vuelos fueron cancelados por decisión de las empresas debido a la bruma y a las cenizas en suspensión».
Subrayó además que, según el Servicio Meteorológico Nacional, «recién mañana (martes) a la tarde con las lluvias y lloviznas, se dispersarían definitivamente las cenizas volcánicas y empezarán a reprogramarse los vuelos».
Aerolíneas Argentinas y Lan, que concentran la mayoría de la operación aérea de cabotaje desde el Aeroparque Meropolitano Jorge Newbery, cancelaron 59 vuelos a distintos puntos del país, mientras que pasadas las 18 alcanzaron a despegar 28 de Aerolíneas-Austral y restaban 34 de la misma compañía.
En cuanto a los vuelos regionales, Aerolíneas canceló dos partidas a Montevideo y San Pablo y reprogramó otros nueve que salieron durante el día.
Las compañías áereas estimaron que la normalización total de los vuelos se notará recién el jueves cuando terminen de llegar a Buenos Aires algunos aviones que quedaron estacionados en terminales áereas del interior del país.
Los pasajeros recorrían este lunes los mostradores de Aeroparque y Ezeiza con la información de antemano sobre cuando iban a salir sus aviones, en un panorama distinto al del domingo, cuando las cancelaciones sorprendieron a los pasajeros.
La llegada de la nube de ceniza volcánica comenzó a afectar de manera más intensa a la región central del país desde el domingo a la mañana cuando, además de las cancelaciones de 146 vuelos, los automovilistas debieron circular con precaución en las rutas bonaerenses por la escasa visibilidad.
El viento comenzó a soplar a 80 kilómetros por hora, lo que causó no sólo el desplazamiento de la ceniza en la atmósfera, sino también de la que aún está depositada en el suelo, los techos y la calzada de las rutas del sur del país.
En la región Patagónica se registraron este lunes vientos de entre 22 y 38 kilómetros por hora, aunque por la mañana la velocidad de los vientos volvió a afectar las condiciones de visibilidad en las rutas.
Por otra parte el Servicio Nacional de Geología (Sernageomin) de Chile informó que el complejo volcánico mantiene el «proceso eruptivo de baja intensidad y tendencia estable», con «baja emisión de material particulado muy fino y abundante vapor de agua».
El organismo chileno estimó que «dadas las características actuales de la actividad del volcán» la dispersión de la nube de cenizas «puede seguir presentándose por meses, dependiendo de las condiciones y variaciones de los vientos».
