La educación como herramienta esencial para erradicar la violencia doméstica

0
484

La violencia de género y doméstica es un flagelo extendido en la sociedad argentina y desde distintos ámbitos se procura erradicarla. Una de las propuestas para lograrlo es través de la educación formal, desde la primera infancia, según opinó el Dr. Daniel Silva, psiquiatra y médico forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Asimismo, el docente de la Universidad de Buenos Aires y doctor en Humanidades Médicas, brindó sus puntos de vista sobre esta problemática en una entrevista realizada por el Área de Prensa del Poder Judicial de Santiago del Estero.

¿A través de la educación se puede revertir el flagelo de la violencia de género?

Es fundamental porque la educación y me permito definirla como la vacuna contra todos los males sociales. Mientras haya educación hay cerebros que piensan, que incorporan y proyectan la ley, y no refiero sólo a la ley escrita, que está en los Códigos, sino a la ley moral.

Cuando no tenemos esa educación, que no es lo mismo que la instrucción, porque los colegios lo que dan mayormente es instrucción y la educación es un término mucho más amplio, porque abarca costumbres, la cultura y emociones esenciales para que la sociedad crezca y sea productiva en sentido genérico.

Al hablarse socialmente del tema en la actualidad, ¿ayuda para que disminuyan los casos?

Todo lo que salga a la luz siempre sirve, porque el conocimiento ayuda y en la medida en que la agente esté preparada y bien informada.

Todos modos, no todas las relaciones con violentas porque a veces se llega a un extremismo en cuanto a las conductas de sus integrantes, sino que son conductas adaptativas.

¿Existe algún tipo de diferencia en cuanto a la violencia de género, según el estrato sociocultural en el que se produzca?

La violencia es un fenómeno socialmente aprendido, a diferencia de la agresividad que es atávico y que viene con las especies, ya que los humanos somos animales evolucionados. El problema de la violencia atraviesa a toda la sociedad, desde las clases más favorecidas a las menos favorecidas. Los patrones son característicos para cada estrato social.

Entonces, ¿hay un patrón común de comportamiento violento?

Sí, porque la violencia es cualquier forma por la cual se genera un daño a otro intencionalmente y ese daño puede ser de distinta índole, como físico, económico, psicológico, laboral y escolar.

Específicamente, en la intrafamiliar va desde la agresión física, al desprecio, la violencia psicológica y el sometimiento que puede llegar, incluso, a la muerte.

¿Se puede hacer una distinción en cuanto a la localización geográfica de las conductas violentas?

En las zonas urbanas hay mucha más violencia, que podríamos decir que es más refinada por el control social que existe. En las zonas suburbanas, como en las marginales, la violencia es más cruda porque, en general, se pasa a la acción directamente, En esto se diferencia de lo que sucede en las ciudades, donde en principio la violencia es verbal.

¿Los sujetos violentos tienden a repetir vivencias de su entorno familiar?

En muchos casos hay repetición de comportamientos violentos que han vivido cuando eran chicos, pero no es un requisito sine quo non para que sean personas violentas.

Obviamente, si alguien fue víctima de violencia o lo vivió de chico, es muy probable que adopte ese sistema para que repita esa conducta para resolver un conflicto, en vez de verbalizar.

¿Son socialmente recuperables quienes tienen comportamientos violentos?

Según el victimario. No es lo mismo quien padece un trastorno grave de personalidad que una persona alcohólica o adicta. Cuanto más cosas vamos agregando más difícil es su recuperación.

Igualmente, siempre hay que brindarle contención a la situación de violencia, evaluando el riesgo y gestionarlo, que es lo que hacen las oficinas o centros de atención a víctimas del violencia.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here