«La educación es la única herramienta de transformación para las mujeres de este tiempo»

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Radiante, vigorosa, sin ningún papel y con una oratoria cautivante. Así fue la aparición de la primera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, esta mañana en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), en el barrio porteño de Barracas.

Queda claro que Michelle es mucho más que una primera dama llena de gestos e improntas protocolares deslucidas. Es una mujer que desborda personalidad, con ideas claras y que hace un uso responsable y consciente de su rol. Administra con precisión experta la potencia que tienen y generan la amplificación de cada una de sus palabras.

Del otro lado de la platea, allí rodeándola, y a pesar de que el operativo de seguridad se cobró las horas previas del evento, un grupo de más de 450 estudiantes argentinas de diversas escuelas secundarias, de entre 16 y 18 años, ávidas por escucharla. Apuntándola con celulares y libretas en una mezcla de irreverencia y veneración; entre el respeto y la idolatría.

Esta vez la cita fue para la presentación de la iniciativa Let´s Girls Learn («Dejen que las chicas aprendan») que surge a partir de un dato triste y revelador: en la actualidad más de 62 millones de mujeres jóvenes en el mundo no asisten a la escuela y otro tanto no terminan el secundario.

Michelle salió al estrado con un vestido azul eléctrico muy elegante, y tan eléctrico como su discurso, que tuvo el mismo registro juvenil que tenía su platea. Y sin perder un segundo el rigor de su pensamiento: la importancia estratégica que tiene la educación en el siglo XXI para transformar la sociedad y la situación de debilidad y opresión de muchas mujeres.

Con la mirada atenta de las estudiantes argentinas sentadas ordenadamente en el hall cental del CMD todas munidas de una barrita de cereal, una caja de M&M y una botella de agua en cada silla, el discurso de Michelle fue precedido primero por la aparición de dos estrellas youtubers que saben interpretar con creces desde sus concurridos canales a las jóvenes de hoy: la argentina Dahiana Hernandez y la estadounidense Megan Nicole.

Luego, una bella y armónica Juliana Awada con un conjunto total white ofreció un discurso breve pero emotivo y se refirió de manera contundente sobre la primera dama norteamericana: «Michelle verdaderamente me inspiró a mí». Es la primera aparición pública de Juliana Awada con agenda propia y fuera del rol de acompañante del presidente Mauricio Macri.

Cuando llegó el momento de la alocución de Michelle, el silencio se hizo profundo, sin ningún papel que la acompañe, con un «Hola» y una sonrisa eterna apareció sobre un escenario coronado por banderas de los dos países entrelazadas. Lo más impactante de Michelle es que utilizó su propia historia de vida para refundar la idea de que la educación es una herramienta transformadora para las mujeres de hoy.

Y Michelle sabe de qué está hablando, por eso logra conmover con eficacia. Su historia de vida incluye un antepasado esclavo, una familia trabajadora, muy lejos de la aristocracia tradicional norteamericana. Sin embargo, llegó a la Universidad de Princeton y se graduó en la Universidad de Harvard. Se convirtió en líder de su comunidad; en una abogada exitosa y en la primera y hasta ahora única primera dama afroamericana de los Estados Unidos.

«Caminar por Barracas fue como sentirme en casa. Es un barrio que me recuerda totalmente a mis orígenes en Chicago; mi familia era humilde y mi casa muy pequeña. Por eso la gran fuerza que tiene la iniciativa Let´s Girls Learn es que mi propia historia de vida demuestra que la educación es la llave del cambio para todas las mujeres del mundo».

No fue casual que este programa de acceso de las jóvenes a la enseñanza, Michelle lo haya estrenado el año pasado en Japón y Camboya. Allí la mayoría de las jóvenes mujeres del país del sudeste asiático no asisten actualmente a la escuela.

«Las mujeres alrededor del mundo tenemos muchos temas y situaciones que cambiar y desterrar. Y ustedes también lo saben aquí en la Argentina: la violencia doméstica, acceder a un salario en igualdad de condiciones que los hombres; entre muchas otras cosas. Y ustedes son vitales para transformar estas realidades desfavorables y trágicas para las mujeres, ustedes pueden hacerlo», puntualizó Michelle.

Ocupar los espacios

Para Michelle, amplificar y revalorizar los derechos de las mujeres y los niños no es nuevo, ni un mero speach burocrático. Fue una meta desde su llegada y estadía hace 7 años a la Casa Blanca junto al presidente y marido, Barack Obama.
Ella tiene un compromiso profundo y cree que la herramienta del cambio es empoderar (empowerment ) a las mujeres del mundo. Por eso el interés en la Argentina de llevar un agenda
propia.

Michelle Obama también es consciente de que ella es una gran entertainer y de su poder encantador frente a las cámaras. Sabe de la potencia de una buena puesta en escena para amplificar un mensaje.
Sus campañas públicas siempre están cargadas de color, música, alegría… y de celebrities. Esta vez para la campaña de Let´s Girls Learn se rodeó de Bono, Beyoncé y Leonardo Di Caprio, entre otros.

Michelle Obama remarcó en el discurso, mirando a los ojos a la platea de jóvenes: «Se trata de que las mujeres jóvenes entiendan que hay que construir el propio futuro. Perseguir ideales y sueños para lograr la autoconfianza. No importa de dónde venimos, nuestro aspecto o cómo nos vestimos; importa escuchar la propia voz para que luego otros puedan oírnos».

Suelo argentino y medios para Michelle

Es la primera vez que Michelle pisa suelo argentino y no pasó desapercibida. Llegó acompañada ayer martes a la medianoche por su marido, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sus hijas Malia y Natasha y su madre Marian S. Robinson.

Cargada de estilo, lució vestidos Carolina Herrea en Cuba y a su llegada a la Argentina. Mezcla los equipos low cost y los diseños de autor. Siempre luce glam, pero sin estridencias.

La primera campaña global de concientización dirigida a mujeres y niños a la que se dedicó Michelle fue Let´s Move! (“A Moverse!). Nació en 2010 con el objetivo de combatir de manera integral la epidemia de la obesidad infantil en los Estados Unidos.

Michelle tampoco le escapa a los simbolismos, ni a las cámaras para lograr sus objetivos. Para soportar la iniciativa Let´s Move, Michelle participó de los principales shows televisivos dirigidos al público joven: la serie iCarly en Nickelodeon o hizo gym por televisión con Jimmy Fallon. Participó de un capítulo de Los Simpsons; en los Kids Choice Awards 2012 y en el boom infantil de Disney, Jessie.

Hacia el final de su discurso, que demostró que estaba bien informada, Michelle eligió a tres mujeres argentinas como ejemplos inspiradores para la platea joven y no fueron ejemplos antojadizos: primero a María Eugenia Vidal, la citó como alguien que creyó en su propio destino y esfuerzo; y que siendo muy joven apostó por sus sueños. “Hoy es la gobernadora de la provincia más importante de la Argentina”.

A Margarita Barrientos como ejemplo de lucha y sobre todo de compromiso con el otro y con la sociedad. “Debemos entender que mirar hacia el costado y ayudar a otra mujer cuando está en problemas; es una mirada y una acción vital para el cambio . Y también cito a la periodista Marcela Ojeda, quien justamente alzó su voz en contra los femicidios y violencia de género. “Su mirada atenta se transformó en un grito. Y un día una plaza argentina se llenó con más de 200 mil personas y al unísono dijeron ¡Ni una menos!!».

Michelle LaVaughn Robinson Obama, tal su nombre completo, la mujer del presidente de Estados Unidos demostró por qué una agenda propia no le quedó grande. Entre selfies y muy por fuera del protocolo, las jóvenes argentinas la tocaron, la besaron y le pidieron ¡una selfie más!. Michelle supo levantar su voz y lo más importante logró que millones de personas la escuchen.

Daniela Blanco/INFOBAE

 

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