La empresa Vicentin, una de las principales compañías agroexportadoras de la Argentina, solicitó este lunes la apertura de su concurso preventivo de acreedores. En total, la deuda de Vicentín es de USD 1350 millones, dividida entre USD 1000 millones de los bancos y el resto a empresas del sector agrícola.
El concurso fue tramitado ante el Juzgado de Primera Instancia Distrito Nro. 4 en lo Civil y Comercial, Segunda Nominación de Reconquista, según informó la empresa a través de un comunicado. Aún en este contexto, la compañía aseguró que seguirá “sin descanso” los objetivos de defender sus fuentes de trabajo, rehabilitar su operatoria industrial y comercial y concretar una reestructuración de sus pasivos “en condiciones y términos que sean mutuamente fructíferos para acreedores y para la empresa”.
“Vicentin se propone continuar trabajando con sus proveedores y productores granarios sobre la base de las condiciones ya planteadas; como así también seguirá manteniendo las conversaciones avanzadas con el Banco de la Nación Argentina y demás instituciones oficiales y con el resto de las instituciones financieras, todo ello con el objeto de llegar a un acuerdo general apoyado en un plan de negocios sustentable sobre esas bases y en el marco de este nuevo contexto”, indicaron.
Los bancos públicos acreedores de la empresa Vicentin se reunieron la semana pasada para coordinar una estrategia en común. Del encuentro participaron directivos del Banco Nación, principal acreedor en la banca pública, y de los bancos el Provincia, Ciudad y BICE y acordaron designar un negociador que los represente.
El Banco Nación es el principal acreedor de la empresa con $18.000 millones, seguido por el Provincia con $1.600 millones y el BICE con $5 millones. Ahora, con el concurso en marcha, es más probable que los acreedores de Vicentin (los bancos además de las empresas del sector y entidades financieras) tienen más chances de cobrar una parte de esta deuda. Previamente, el Banco Nación había recibido de la empresa dos propuestas de plan de pagos que consideró insuficientes.
Con todo, la actual conducción del Banco Nación cuestionó la forma en que la gestión anterior —conducida por Javier González Fraga— le otorgó sucesivos créditos a Vicentin por un porcentaje excesivamente alto frente al patrimonio de la compañía sojera. La empresa llegó a tener créditos por el 20% de su patrimonio, el préstamo individual más elevado para este banco público.
Por otra parte, algunas de las empresas del sector que son acreedores de Vicentin comenzaron a enfrentar las consecuencias del corte de la cadena de pagos y manifestaron su imposibilidad de cumplir con los compromisos contraídos con sus propios clientes.
Una de las acreedoras en la provincia de Santa Fe, GYT Plus —una de las acopiadoras más importantes del sector— señaló el jueves pasado, a través de una nota a la Bolsa de Comercio de Rosario, que no podrá honrar compromisos asumidos con sus clientes y que necesita ir a una reestructuración de pasivos.
En tanto, Gagliardo Agrícola Ganadera (GAGSA), de la ciudad santafesina de Pérez, efectuó la presentación de un pedido de quiebra de Vicentín para avanzar en el pago de la deuda contraída por la exportadora. La presentación se concretó ante el Juzgado Civil y Comercial 14 de Santa Fe, a cargo del magistrado Marcelo Quaglia.
El ministro de la Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, se refirió la semana pasada a la situación generada por esta crisis. “Estamos sumamente preocupados por la implicancia de la empresa, por la magnitud y por su presencia en la provincia. Detrás de Vicentin hay muchos puestos de trabajo, son muchos productores, muchas cooperativas y acopios. Nos estamos ocupando y estamos preocupados por la situación”, sostuvo el funcionario en diálogo con radio LT9 de Rosario.