El Índice de Precios al Consumidor Nacional acusó en diciembre un salto de casi dos puntos porcentuales en comparación con el mes previo (1,4%), y también con el registro de un año atrás (1,2%), a 3,1 por ciento.
Semejante impulso al fin de un año electoral se explicó por la postergación de las autorizaciones de incrementos de los precios regulados, para no afectar el humor de las familias en plena campaña.
Ese evento, que como se sabe terminó con un claro triunfo del oficialismo en el orden nacional, aunque se discute cuánto tuvo que ver el termómetro de la economía y cuánto la situación política, explica el notable cambio de la dinámica de la suba del índice general de precios a lo largo del año: Comenzó 2017 con un primer cuatrimestre con alza promedio de 2,2% por mes, por la concentración de las autorizaciones de ajustes de precios y tarifas, con la alta estacionalidad del período; luego le siguió una desaceleración a un rango de 1,5% en el segundo; y terminó con una aceleración en el último tercio a un 2%, en particular en diciembre.
Del relevamiento del Indec surgió que los rubros más alcistas en diciembre fueron Vivienda, agua, electricidad, gas y otros con 17,8%; Transporte 3,2%; y Equipamiento del hogar 2,9%; en tanto en el año ascendió a 24,8%; con 55,6% el rubro Vivienda; 34,1% Transporte y 31,5% Educación.
El impacto del ajuste tarifario más fuerte en la Ciudad que en el resto del país se manifestó con claridad en la estimación de la Dirección General de Estadística y Censos de CABA, donde el salto a 3,3% del índice agregado fue impulsado por la suba del rubro Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles en 11,7%; y en Salud 3,5%; que determinaron que el año finalizara con un alza acumulada de 26,1 por ciento.
Un año antes la inflación Congreso había arrojado una suba de 40,9% y el empalme con la serie del Indec arrojó una tasa acumulada levemente inferior al 40%; frente a una meta del 25%. Ahora, con el dato de diciembre, 2017 cerró con una desinflación de más de 15 puntos porcentuales; pero volvió a superar fuertemente a la banda techo de 17% y más aún el piso de 12 por ciento.
Para el corriente año en el Gobierno aspiran a sostener el sendero de la desinflación, pero el mercado estima que una vez más no se alcanzará la meta que fue recalibrada de 10% a 15% a diciembre, aunque con una brecha no mayor de cinco puntos porcentuales, la cual sería la menor en el trienio.
La nueva ronda de ajustes de precios autorizados para los primeros meses del nuevo año, como Precios Cuidados, energía eléctrica y gas, medicina prepaga, transporte público de pasajeros, y la esperada otra suba de los combustibles, en este caso por la concurrencia de la devaluación del peso y de la revalorización del petróleo en el mercado internacional, anticipan un trimestre «caliente» en materia inflación, incluso superior a la media de 2,2% por mes que se anotó en igual tramo del año anterior.
Aun así, el equipo económico decidió no solo «recalibrar» la meta de inflaciónque estaba en 10%, más menos dos puntos porcentuales, a un nivel más realista de 15% –aunque todavía alejado de las expectativas del mercado–, sino también impulsar una baja de las tasas de interés, para no afectar el boom del crédito y la recuperación que había comenzado a mostrar el consumo agregado.