La inflación más en alta en los últimos años pegó más duro en una de las regiones más pobres de la Argentina: el NOA. En Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero la medición oficial para lo que va del año marcó una escalada del 25,4%, por arriba del 24,3% del promedio nacional.
En estas provincias, la suba fue empujada principalmente por los alimentos, los servicios públicos y el combustible, rubros que impactan en los sectores más pobres y en la clase media. Desde que arrancó el año, los precios de los alimentos crecieron un 28,2%, mientras que en el país el alza fue del 25,4%. Los consumidores sienten el impacto de los desajustes económicos en los bolsillos.
Al realizar una comparación interanual con los datos oficiales, el NOA también acredita el mayor arrastre en los alimentos, con 37,1%. Para el período agosto 2017 y agosto 2018, la media nacional quedó en 33,5%. La diferencia es significativa, más al tener en cuenta que en Salta y las vecinas jurisdicciones se registra una gran cantidad de población con un limitado poder adquisitivo. El incremento más moderado, si se puede usar el término, se dio en el Gran Buenos Aires (GBA), con 32,7%.
Incluso en agosto, según el informe que el Indec dio a conocer esta semana, mantiene elevada la tendencia inflacionaria en el NOA. Ese mes, el costo de la canasta de bienes y servicios se disparó 4%, fue la región con indicador más alto junto a al Noreste, otra zona donde falta desarrollo y abundan las necesidades básicas insatisfechas.
«Otro de los elementos de la canasta que tuvieron un mayor incremento en el NOA que en resto del país, entre diciembre y agosto, es el relacionado con las tarifas de servicios y combustibles, que llegó al 35,5%, cuando a nivel país fue del 24,5%», hizo notar el economista Juan Pablo Balderrama.
«A estas distancias de los centros de producción, el costo de los fletes es un factor determinante, el precio de los combustibles al estar liberado y atado al dólar, tiende a incrementar el precio de todas las mercancías que traes al NOA», agregó Balderrama.
Algunos precios testigos marcan, por cierto, cómo se encareció poner la comida en la mesa de las familias salteñas. Todos los meses, la Subsecretaría de Defensa del Consumidor de la Municipalidad realiza un relevamiento en supermercados, con precios mínimos y máximos de más de 40 productos.
En una cadena comercial, la semana pasada se ofrecía el kilo de pan a $54,90, como barato. En enero, en ese mismo lugar costaba $29,90, un 84% más caro. Es que la harina se disparó con fuerza este año. Un kilo triple cero de trigo, para uso familiar, se vendía a $7,50 en enero. Desde ese entonces y hasta septiembre ascendió a $24,90, más del triple.
En los últimos meses, la fuerte devaluación del peso frente al dólar incidió en las góndolas y vidrieras. El sachet de leche de un litro costaba $20,50 y por estos días se comercializa a $22,50, como opción económica. Se trata de un producto de primera necesidad, sobre todo para los niños y niñas.
El aceite, por caso, se encareció al menos un 60%. Una botella de un litro y medio de girasol pasó de $48 a $76,98.
Las carnes no escaparon a este fuerte proceso inflacionario. En los supermercados, como precio mínimo, el kilo de pollo costaba $49,90 a principios de año. La semana pasada el precio era de $52,99. El corte vacuno cuadrada escaló en el mismo lapso de $176 a $197.
En general se da una suba de precios particular, un tanto contenida por la recesión que va de la mano de una caída de las ventas en los negocios, que rondó el 14% en agosto, de acuerdo con un informe que difundió días atrás la Cámara de Comercio.
El impacto en las familias pobres
¿La suba de los alimentos afecta principalmente a las familias pobres? ¿Por qué?
Ante esa consulta, el economista Juan Pablo Balderrama respondió: “Esto tiene que ver con la composición de la canasta de consumo de las familias con menores recursos, que destinan una mayor proporción de sus ingresos a consumir alimentos”.
Dijo que es un efecto directo más si se tiene en cuenta que gran parte de estos jefes y jefas de hogar tiene un trabajo informal. “Tienen menores posibilidades de negociar actualizaciones de sus ingresos que compensen la pérdida de poder adquisitivo”, agregó Balderrama.
Este año, según distintas estimaciones, la inflación rondará el 40%, una de la más alta en los últimos años.
“El Gobierno comenzó con una política que incrementó la tensión inflacionaria, la fuerte devaluación se fue a inflación por ‘pass through’, pese a estar en una etapa recesiva, el movimiento del tipo de cambio tuvo un muy fuerte impacto en los precios. Por otra parte, tampoco bajó el déficit fiscal ni disminuyó el incremento de la base monetaria, desde la asunción de esta gestión, la misma creció un 108%, similares niveles que los últimos tres años de la gestión anterior”, acotó el economista.
También hizo notar que para reducir los niveles de inflación hay que trabajar sobre las variables macro y además sobre las expectativas.
“Por una parte, tenés que empujar la oferta con inversión tanto pública como privada, generar un escenario creíble de políticas macroeconómicas, dado que el actual es de completa incertidumbre.
También es necesario un acuerdo urgente con los formadores de precios”, dijo.
Otras fuertes subas
La región tiene altos incrementos en servicios como transporte, educación y comunicación.
Transporte público
Para el 2019, según se informó desde la Casa Rosada a los gobernadores, se eliminarán las subvenciones para el transporte público. Desde las Provincias analizan nuevos esquemas para evitar que todo el costo recaiga sobre los usuarios. En lo que va del año el transporte se incrementó un 34%, un valor por encima del promedio nacional que fue de 33,5%.
Servicios públicos
Once puntos porcentuales de diferencia hay entre el incremento de los servicios y los combustibles registrados en el NOA con el resto del país. La brecha es abismal: en Salta y las provincias vecinas, según el Indec, el costo de la vivienda, el agua, la electricidad y el gas se encareció un 35,5% contra 24,5 de la media en los primeros ocho meses de este año. No obstante, las subas seguirán, ya que se prevé un incremento de un 30 por ciento en el gas y más escaladas de las naftas, pese al precio indicativo que fijará la Nación.
Comunicación
La comunicación, que engloba a la telefonía y el acceso a internet, registra en lo que va del año una escalada del 38,5% en el NOA. Se trata del rubro que más se incrementó, según el Indec. A nivel país el resultado fue de 36,1%.
Por otra parte, un 28,6% se disparó el costo de educación, básicamente la enseñanza privada en la región. Este rubro también supera ampliamente a los indicadores promedios del país, que fue del 24% en la medición interanual de agosto.
Pablo Juárez/El Tribuno