El secretario de las Fuerzas Armadas británicas, James Heappey, advirtió este jueves que la invasión rusa de Ucrania es casi «inevitable» y «muy inminente».
«Podría suceder hoy, mañana, el próximo miércoles, dentro de dos semanas”, dijo el funcionario y añadió: «Pero el hecho es que es muy, muy inminente e inevitable. Es por eso que la diplomacia debe continuar a toda velocidad”.
«Estamos en el umbral de una gran guerra en Europa en la que podrían morir decenas de miles de personas», alertó en una entrevista a la cadena BBC.
Dijo que las tropas rusas se estaban moviendo a posiciones de ataque hacia las fronteras de Ucrania, a pesar de las afirmaciones de Moscú de que las fuerzas se estaban retirando.
Para Heappey, se trata de una campaña de «desinformación», porque se han visto aparentes imágenes de tropas rusas alejándose de la frontera, pero manifestó que todo los indicadores sugieren que «la escalada y los preparativos continúan».
Detalló que Moscú continuaba desplegando miles de soldados más en la región y construyendo puentes a través de los ríos que podrían usarse como parte de una incursión militar en Ucrania.
«Es preocupante lo que hemos visto en las últimas 48 horas, no es el retroceso que se ha anunciado en Moscú», afirmó el funcionario británico.
Sin embargo, insistió en que todavía es posible una solución diplomática.
Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, afirmó que Rusia se convertiría en un Estado «paria» si invade a su vecino, durante una visita a Kiev para reunirse con su homólogo ucraniano.
En línea con Heappey, Truss sostuvo que «actualmente no hay pruebas» de que Rusia se esté retirando.
En un artículo publicado en el diario Telegraph se subrayó también que Occidente «no debe dejarse llevar por una falsa sensación de seguridad» tras las afirmaciones de Rusia sobre el retiro de sus tropas de la frontera del país.