En cada diciembre los vecinos del barrio San Martín aguardan espectantes la decoración navideña que año a año obsequia la familia Tevez a la comunidad, como un símbolo de esperanza y avivando esa ilusión de niños.
Y llega el 8 y durante un mes, cientos de personas desfilan por la intersección de Sáenz Peña y Cervantes para ser testigos de la magia que regalan las luces y cada detalle que fue pensado con el objetivo de «concientizar que aunque sea con una simple luz, debemos festejar el Nacimiento de nuestro Creador», según señala Pedro Tévez, el jefe de familia.
En ese contexto expresó: «Esto va creciendo, y este año lo hicimos de la mejor manera para contagiar a la gente y hacer que no se olvide que en la Navidad se celebra el nacimiento de Jesús, razón por la cual debemos tener luz en nuestro hogar».
«Decorar nuestra casa con el tiempo se fue transformando en algo espiritual porque veíamos a mucha gente que pasaba momentos muy difíciles, problemas graves y se acercaban a observar por varios minutos esta casa decorada y aparecía en ellos una sonrisa, quizas una pequeña luz de esperanza», señaló Pedro.
También recordó: «Una señora, que tiene una hermana con una enfermedad oncológica internada en el sanatorio (ubicado en la vereda del frente de esta casa), una noche al salir de la institución se encontró con esto y me dijo ‘me llenó el espíritu’. Entonces siento que a través de la luz podemos transmitir energías nuevas, renovar ese espíritu para que sigan transitando con esperanza sin apartarse del camino y siguiendo la palabra de Dios».
(Video gentileza Luciano Eberlé)
Asimismo expresó su agradecimiento a toda su familia por sumarse a esta iniciativa. «Trabajamos por una semana, con días intensos de calor cuidando cada detalle», señaló.
Finalmente contó que la magia de su casa vestida de Navidad «se apaga el día 8 de enero junto a la luz de Belén, luego que los Reyes Magos encuentran a Jesús y siguen su camino».
