La ONU advierte que la guerra civil en Yemen será el peor desastre humanitario en el mundo en 2019

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En cuatro años, la guerra destrozó Yemen, el país más pobre de la Península Arábiga. Casi toda la población del país -el 80%, según la ONU- necesita ayuda humanitaria. Unas 8,4 millones de personas padecen actualmente «hambre extrema» y unos 400 mil nenes corren el riesgo de morir por desnutrición. Son los chicos famélicos como la pequeña Amal cuyas fotos dan la vuelta al mundo desde hace meses, víctimas de un conflicto en el que se enfrentan también a distancia dos potencias regionales: Arabia Saudita, con bombardeos en apoyo al gobierno, e Irán, que ayuda a los rebeldes.

El conflicto estalló en 2014 cuando rebeldes de la minoría chiita llamados «hutíes» (por su difunto líder Hussein al-Huti), que se oponen al poder central sunita desde hace una década, lanzan una ofensiva desde su bastión de Sada (norte) y logran tomar la capital de país, Saná. El presidente Abd-Rabbo Mansur Hadi huye a Arabia Saudita en busca de ayuda.

El gobierno luego logró reconquistar varias provincias y establece una capital en Aden, pero el conflicto se estancó y los rebeldes siguen controlando el territorio donde vive la mayor parte de la población de Yemen.

En amarillo, la zona controlada por los rebeldes. En verde, el territorio controlado por el gobierno.

La guerra dejó hasta ahora unos 10.000 muertos y más de 56.000 heridos desde 2015, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, se cree que el balance real es mucho mayor.

El conflicto está provocando la peor crisis humanitaria en el mundo, según la ONU, que estima que 14 millones de personas están en situación de pre-hambruna. Cerca de 85.000 niños murieron de hambre o por enfermedad entre abril de 2015 y octubre de 2018, según estimaciones de la ONG Save The Children.

Nadia Nahari, con su hijo de cinco años Abdelrahman Manhash. Sufre de malnutrición y pesa apenas cinco kilos.

En su llamado humanitario mundial para 2019, Naciones Unidas asegura que «Yemen nunca estuvo tan cerca de la hambruna».

Un nene con una grave malnutrición recibe tratamiento en un hospital de la ciudad de Taez.
«El país con el mayor problema en 2019 será Yemen», sostuvo Mark Lowcock, secretario general adjunto para los asuntos humanitarios de la ONU.

El pequeño Ghazi Saleh, en el hospital de Al-Mudhafar, en Taez. Con 10 años, pesa solo 8 kilos.

Según el Banco Mundial (BM), el conflicto provocó un derrumbe de la economía, con una contracción masiva del PBI de 50% desde 2015. El desempleo supera el 30%, la inflación ronda el 42% y la mayoría de los trabajadores no cobran su salario. La guerra también arruinó las cosechas, llevando a la situación de hambruna.

Abdullah, de 7 años, en una silla de ruedas desde que fue herido por una mina terrestre.
Pero si las negociaciones de paz interyemeníes previstas en Suecia dan sus frutos, «es posible que de aquí al segundo semestre del año» los yemeníes vean reducirse su sufrimiento, afirmó el alto responsable de la ONU.

Cerca del 80% de la población, es decir unos 24 millones de personas, «necesitan ahora de una manera u otra protección y ayuda humanitaria», explica la ONU en su llamado humanitario.

La ONU dijo que necesita 4.000 millones de dólares para ayudar a Yemen el año que viene. Actualmente el Programa Alimentario Mundial (PAM) asiste a unos 8 millones de personas y la ONU espera elevar esa cifra a 12 millones en 2019, según Lowcock.

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