Por SEBASTIÁN LÓPEZ/ Especial para LA BANDA DIARIO
Ámsterdam ha sido desde el comienzo de la dictadura muy solidaria con las victimas de la represión de la dictadura de 1976 y una de las ciudades en Europa que consistentemente ha hecho escuchar su voz. Es una de las ciudades que organizó muchos actos de denuncia de la situación de represión y muerte.
Una de la fuerzas más activa fue un grupo de mujeres holandesas capitaneadas por Jeanne Roos, Mies Bouhuys y Liesbeth den Uyl. Ellas crearon SAAM -Stichting Steun Aan Argentijnse Moeders- (Fundación de Apoyo a las Madres Argentinas) que empezó a actuar públicamente en 1984.
En 1986 se bautizó una Plaza en el barrio Osdorp de Amsterdam con el nombre de Plaza de las Madres Locas. Cuando la Madres empezaron a manifestarse en la Plaza de Mayo la dictadura militar como una estrategia para ridiculizar y minimizar las consistentes vueltas que daban por la Plaza comenzaron a difundir la información que estaban locas por lo que en esos años se generalizó en la prensa y la televisión llamarlas ‘madres locas’.

Muy acorde con el espíritu de contracultura que empezó a imperar en la década de 1960 cuando las palabras que se usaban para denigrar se volvían a usar por las mismas personas denigradas y se trastocaron como señas de orgullo y autodenominación, hubo un momento que las Madres se presentaban a si mismas como las Madres Locas. A esto es que se refiere Eduardo Galeano cuando en uno de sus textos dice: “En Argentina las locas de la Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria”.
Es por esto que la Plaza de Ámsterdam oficialmente se llama Dwaze Moedersplein, la Plaza de las Madres Locas.
En 1986 la plaza fue bautizada y se puso una piedra en recordatorio del acto, en el que conocido actor Freek de Jonge, que había participado activamente en el boicot al mundial de futbol en Argentina de 1978, leyó un poema y Hebe de Bonafini, que había venido expresamente para el acto, plantó un árbol.
En 1990 se inauguró una escultura de bronce realizada por el escultor Auke Hettema como símbolo de la Madres Locas.

Para coronar definitivamente el acto, el Municipio cambio el nombre de las calles adyacentes de la Plaza con conceptos que simbolizan la lucha de las Madres. Las calles se llaman hoy: Paciencia (Geduld), Confianza (Vertrouwen), Perseverancia (Volhardig) y Cooperación (Samenwerking).
En esta plaza la semana próxima plantaremos un árbol en memoria a los desaparecidos durante la dictadura militar.