El encuentro se concretó en el despacho presidencial de la Casa de Gobierno, durante unos 45 minutos, en un clima «muy cordial y ameno», señaló luego el vocero del Episcopado, Jorge Oesterheld.
«Monseñor Arancedo se retiró muy satisfecho de la reunión» dijo el sacerdote y añadió que «hablaron en general pero también hablaron de las cuestiones de la iglesia y del país».
«Básicamente coincidieron en la prepcupación por lo humano» señaló Oesterheld y mencionó que «los obispos valoraron mucho la rápida respuesta al pedido de audiencia que se hizo anteayer y hoy se concretó».
El vocero de la Iglesia mencionó que «se habló del papel de la Iglesia, del papel del Estado y de la autonomía que existe para que la Iglesia desarrolle su función».
La nueva etapa de la Iglesia estuvo presente en la conversación ya que, según dijo Oesterheld, «se renovaron las autoridades y eso marca una continuidad porque se trabaja en los mismos temas pero a la vez una renovación porque es gente nueva la que conduce la institución».