El Cine Teatro Renzi se vestirá de fiesta los días 15, 16 y 17 de agosto, ya que se realizará una proyección especial para instituciones educativas del documental “Chacarera” dirigido por Pablo Miño y basado en la vida del gran músico bandeño Carlos Carabajal.
Las escuelas que quieran presenciar este documental tienen que dirigirse hasta la dirección del teatro a fin de coordinar la capacidad de la sala. Las proyecciones se realizarán los días Miércoles 15 en dos oportunidades a las 10:00hs y 15:00hs y los días Jueves 16 y Viernes 17 únicamente a las 10:00hs.
“Peteco” Carabajal, hijo de Carlos Carabajal y quien es productor, se refirió a este documental y dijo que “servirá para hablar sobre la cultura del pueblo santiagueño”.
“Partimos de la chacarera pero lo artístico se cruza con lo social, lo político y las creencias, esas cosas que nos definen tanto en el pago como también en el exilio”, finalizó el músico.
Carlos Carabajal nació en la Banda, un 12 de setiembre de 1929 y fue el quinto de doce hermanos del hogar formado por María Luisa Paz y Francisco Rosario Carabajal.
El inauguró una escuela “chacarerera” a partir de su perfecto rasguido, su canto ajado y su acento bien santiagueño… pero mucho antes, quizá, su historia comienza con un padre que no quería el destino de guitarrero y cantor para su hijo, aunque Carlos, un muchacho inquieto en esos días, conformó conjuntos como Los Changos Bandeños, o los míticos Manseros Santiagueños, para luego, en 1960 formar, con su hermano Agustín, Los Carabajal con quienes estuvo hasta 1969, momento en que elige su carrera de solista.
Tuvo varios oficios durante su vida, en especial en su estadía en el gran Buenos Aires: albañil, hombreador de reses en frigoríficos y de bolsas en el puerto, entre otros; aunque nunca abandonó su amor por la guitarra y las coplas… “Me sentaba y tenía tiempo de sobra para pensar. Así me salían las canciones. Venía recorriendo los barrios y yo pensaba sólo en Santiago del Estero.
Luego de muchos años de vagar por los escenarios, el 5 de enero de 2006 actuó por última vez en el Festival de la Chacarera, encuentro del cual fue gran impulsor.
Su corazón se dio por vencido un 24 de agosto de 2006, y en su funeral se podían observar lágrimas al lado de guitarras, bombos, bailes y rezo, mucho rezo, por esa alma inquieta, musical, criolla que ya andará cacharpayando con sus amigos en algún rincón del cielo.
