Lo que sorprendió fue que el autor de la sutil amenaza no pertenece al grupo de los sindicalistas más rebeldes en la relación con la Casa Rosada sino que la frase salió de la boca de Luis Barrionuevo, que tiene un histórico y cercano vínculo con Mauricio Macri. «Nadie orina agua bendita. No hay que generalizar para desviar la atención sobre algunos temas. A los sindicatos los atacaron los militares, (Raúl) Alfonsín y (Fernando) De la Rúa y no terminaron su mandato», había disparado el jefe de los Gastronómicos ayer por la noche al canal TN.
Si bien el Presidente continúa sus extensas vacaciones en Villa La Angostura -hoy recibe a Horacio Rodríguez Larreta y mañana a la gobernadora María Eugenia Vidal-, Marcos Peña sigue en las playas de Uruguay y buena parte del gabinete está repartido entre Punta del Este, Europa y Oceanía, la advertencia del sindicalista generó cierto ruido en el Gobierno, en medio de una avanzada política y judicial contra los gremios, algunos de relevancia, como Camioneros, de Hugo Moyano.
El encargado de contestar fue el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, de relación cotidiana con los sindicatos. «La frase fue desafortunada. No hay ninguna chance en la Argentina de no entender que hay enormes desafíos en el tema laboral. Quiero ver a esos dirigentes preocupados por ver cómo generar condiciones de trabajo para todos. Los condicionamientos de Barrionuevo no nos impactan en lo más mínimo. La agenda tiene que ser positiva», respondió Triaca en los micrófonos de Radio Mitre. «Nosotros no tenemos una actitud persecutoria. Que actuemos en consecuencia cuando la Justicia nos pide intervención es solamente ser responsables y seguir lo que establece la ley. No hay voluntad manifiesta de ir detrás de tal o cual, como no lo hay en la órbita política o judicial. Lo que queremos es que las instituciones funcionen, que no haya impunidad ni actitudes de defensa corporativa», agregó.
La primera en reaccionar había sido Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción. «Este modelo sindical está agotado. Algunas prácticas sindicales no contribuyen por ejemplo para la generación de empleo. La modernización del Estado también debe incluir al sindicalismo», aseguró a Infobae. Ya se había despachado contra el jefe gastronómico a primera hora del día. «Lo que dijo Barrionuevo anoche ya lo sabíamos. Lo importante es que Argentina cambió y la historia no se repite», escribió en su cuenta de Twitter.
La opinión de Alonso no es irrelevante. La titular de la OA ya remitió al Poder Ejecutivo un decreto que, en caso de ser oficializado, obligaría a los sindicalistas que presiden obras sociales a hacer pública su declaración jurada de bienes ante la Superintendencia de Servicios de la Salud (SSS), que hasta mediados del año pasado presidía un hombre ligado a los gremios y que fue echado tras un ataque de furia de Macri contra el sector. El vínculo entre el Poder Ejecutivo y la CGT atraviesa momentos de tensión por estas horas. Lo evidencia la aparición televisiva de anoche del líder gremial.
«Es un manotazo de ahogado. Están desesperados», abundaron en ese sentido desde el oficialismo en relación a la frase de Barrionuevo y a la andanada de medidas judiciales -azuzadas por la Casa Rosada- contra los sindicatos. La cúpula de la UOCRA de Bahía Blanca fue detenida horas después de las palabras del dirigente gastronómico: su líder, Humberto Monteros, tenía 5 millones de pesos y 100 mil dólares. Esta mañana, los diarios Clarín y La Nación publicaron información de la Unidad de Información Financiera (UIF) relacionada con irregularidades y blanqueo de fondos del entorno de Moyano vinculado con empresas familiares que hace años habían sido denunciadas por Graciela Ocaña e investigadas por algunos medios. La Justicia Federal prefirió no avanzar en aquel momento.
«El problema no es Barrionuevo, es lo que representa Barrionuevo», contestaron en el Gobierno en alusión a la relación entre el gremialista y Macri. Triaca, por caso, empezará sus vacaciones en estos días. Lo hace tras el evento del martes, en el que se mostró junto a Diego Santilli con Moyano en la inauguración de un sanatorio de la obra social camionera, en el barrio porteño de Caballito. «Nadie está exento de dar respuesta ante la Justicia cuando se lo demanda, sea Moyano o cualquier otro. Nuestro vínculo con las organizaciones sindicales es profesional. Nadie que no cumpla la ley va a tener privilegios», contestó el ministro cuando le consultaron sobre el presidente de Independiente y su rol como sindicalista.