En una lista de más de 3 mil guerrilleros que purgan delitos en la cárcel y que las FARC entregó al gobierno colombiano como parte del acuerdo para que sean puestos en libertad, habrían al menos 25 capos narco extraditables que el ex grupo subversivo habría colado en las negociaciones de paz.
Entre los narcos está el mexicano Irineo Romero Sánchez, 31 años, quien está ligado con los carteles de Sinaloa y Los Zetas como negociador de coca en Colombia. Además, Romero está vinculado con el Clan del Golfo, el grupo narco más grande y peligroso del país cafetero.
Estos 25 capos, entre los que se encuentran cinco extranjeros, son pedidos por la justicia de los Estados Unidos. Entre éstos se encuentran jefes de temidas bandas criminales los Rastrojos, la Contru, la R-15 y el Clan del Golfo.
De acuerdo con una investigación del diario colombiano El Tiempo, la DEA está tras la pista de dos abogados que habrían recorrido cárceles en las que le ofrecían a narcotraficantes entrar en la lista que las FARC enviaría al gobierno a cambio de una cifra cercana a los dos millones dólares.
El gobierno colombiano confirmó que en dicha lista están los 25 narcos y que los pudieron identificar gracias a las agencias de inteligencia y a la Fiscalía colombiana.
«El miembro de las Farc que se esté prestando a negociaciones delictuosas para colar narcotraficantes o personas que no pertenecen a la organización pierde toda suerte de beneficios», dijo el alto comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, a El Tiempo.
Hasta el momento los jefes de las FARC no se han pronunciado sobre el caso, sin embargo se supo que retiraron de la lista a tres de los 25 narcos y a 160 miembros de bandas criminales.
