De Mistura, quien se reunió hoy separadamente con los representantes del gobierno sirio y los diferentes grupos de la oposición, manifestó su «profunda preocupación» por la escalada de los enfrentamientos armados en Damasco, Hama y en otros lugares del país árabe, reportó la agencia de noticias EFE.
Después de siete años de combates que devastaron a Siria y dejaron una cifra estimada de 320.000 muertos y 12 millones de refugiados o desplazados según la ONU, las partes enfrentadas intentan encontrar una salida al complejo conflicto, pero las repetidas violaciones de la última tregua acordada, que entró en vigor el 30 de diciembre pasado, amenazan con desencadenar un nuevo estallido general de las hostilidades.
Por ello, el mediador de la ONU para Siria decidió mandar cartas a los ministros de Asuntos Exteriores de Irán, Rusia y Turquía, los tres garantes del frágil cese el fuego, para exigirles de «hacer esfuerzos urgentes para mantener el régimen del cese» de enfrentamientos, informó su oficina en un comunicado.
De Mistura hizo también el mismo llamamiento a Rusia y EEUU como copresidentes del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, que agrupa a países con influencia e interés en Siria.
El enviado especial advirtió que «las crecientes violaciones» de la tregua en los últimos días «socavan el régimen del cese abordado en las reuniones de Astaná, y tiene consecuencias negativas importantes para la seguridad de los civiles sirios, el acceso humanitario y el impulso dado al proceso político».
Al menos 32 personas fallecieron hoy en un ataque aéreo en la localidad de Hamuria, ubicada al este de Damasco y bajo control de los rebeldes, mientras que otras 16 perdieron la vida en un bombardeo contra un centro de detención de facciones islamistas en Idleb, en el norte del país, dominado por los yihadistas y los rebeldes.
Después de más de dos horas de reunión con De Mistura, el jefe negociador del gobierno sirio, Bashar Jaafari, dejó hoy el Palacio de las Naciones en Ginebra sin hacer declaraciones por los bombardeos y ataques aéreos, más allá que su delegación optara abordar la seguridad y “la lucha contra el terrorismo” como primer elemento del diálogo indirecto con la oposición.
Por su parte, el jefe negociador de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), Naser Hariri, calificó, con fotografías en la mano, de «masacre» al ataque efectuado con un avión de combate sirio en Hamuria.
Para la oposición, Bashar Al Asad se sirve de la “lucha antiterrorista”, el cuarto eje de la agenda pactada al final de la última ronda de negociaciones incluido por insistencia del gobierno sirio, como «pretexto político» en foros internacionales como la ONU para «mantener su curso» sobre el terreno y para «obstaculizar el proceso político».
Para evitarlo, esta decidió centrarse en los puntos de la transición política y las cuestiones legales de un órgano de gobierno transitorio que se crearía a raíz de una solución política.
Las partes negociadoras habían definido al final de la última ronda una agenda que incluye la creación de un gobierno creíble, inclusivo y no sectario; un calendario y proceso para la elaboración de una nueva Constitución; la celebración de unas elecciones libres y justas supervisadas por la ONU y con participación de la diáspora; y «la lucha contra el terrorismo» a instancias del gobierno sirio.
De Mistura viajará el lunes a Jordania, para mantener consultas con la Liga Árabe, de la que espera igualmente su implicación para encontrar una solución política al conflicto.
Fuente: Telam
