Un profesor de Educación Física daba a conocer, a través de las redes sociales, que había sido víctima de delincuentes ya que en la noche del jueves habían violentado su vehículo para llevarse documentación y un bolso con su equipo de trabajo.
Pese a la pérdida, el docente Diego Gómez puso principal énfasis en una pelota azul con la que entrenaba a sus alumnos invidentes. Se trataba de un elemento especialmente diseñado para ello y que había costado muchísimo conseguirlo.
De inmediato la publicación se fue viralizando lo que provocó que a las pocas horas la historia tenga un final feliz.
Un matrimonio con su pequeña de dos años, se encontraban en una feria americana de calle Deán Funes en la tarde del viernes, cuando la niña alcanzó a divisar una pelota azul debajo de uno de los tablones y la tomó.
Su mamá al escuchar el ruido de los cascabeles recordó la publicación y le comentó al vendedor sobre lo que había leído. De inmediato el joven le contó donde la había encontrado y se pusieron en contacto con el damnificado. 
Ya en el lugar, el profesor Gómez recuperó la pelota y otros elementos que el joven había encontrado tirados en cercanías de un boliche de la autopista y lo acompañó al lugar para revisar si habían quedado algunas pertenencias y efectivamente ocurrió lo esperado, pudo recuperar todo lo perdido.
Pasaron las horas y ante la felicidad de haber recuperado sus herramientas de trabajo, Diego Gómez publicó nuevamente en las redes la historia completa a la que denominó un verdadero milagro.
«Voy a empezar contando una historia, pero esta no es una historia cualquiera, pues en su desarrollo esta la mano de Dios y como todas las obras de Dios es una historia a lo grande y con final feliz.
Desde anoche que me robaron las cosas que tenia en mi auto, simplemente me puse en oración pidiendo a Dios que haga lo suyo. Señor nunca terminas de sorprenderme.
Entre todas esas cosas estaba la pelota de goalball, de ciego, con la cual trabajo cada día con ellos y la cual costo tanto conseguir después de dos años de esfuerzos no solo de los profes sino también de los chicos. Era lo que mas deseaba encontrar de nuevo.
Dios se manifestó a través de una niña llamada Emilia de casi dos añitos, hija de Carla y Álvaro. Estaban en la feria de ropa de la Deán Funes cuando Emilia de tan pequeña que es se metió debajo de una mesa para tomar con sus manos la peloto azul.
Al agarrarla empezaron a sonar los cascabeles que contiene en su interior, claro es así como mis alumnos ciegos pueden orientarse para tomarla y así desarrollar el juego.
Mientras Emilia jugaba, ese sonido de «cuna» diría yo llamó la atención a la mamá que recordó haber visto la publicación de la única foto que subí de las cosas que me robaron. La foto de la pelota azul con agujeros grandes, de goma dura y pesada.
Fue ahí cuando Carla se dio cuenta que era la pelota robada, entonces habló con Hermias, el dueño de ese puesto de ropa y le contó que esa pelota pertenecía a un profesor que trabajaba con personas ciegas. Hermias simplemente le dijo que la había encontrado en cercanias del boliche la Morocha y Carla me mando un mensaje y me acompaño a la feria donde di con la pelota, las antiparras y demás cosas que uso para trabajar con los chicos.
Después Hermias me acompañó al lugar a recorrerlo por las dudas y encontré toda la documentación de mi auto, moto, DNI, tarjetas, todo, siiiii todo.
Con lágrimas en mis ojos, puedo decir que sentí el amor de Dios por mi; sólo el sabe lo que son esos chicos para mí; ahora tengo la pelota de nuevo.. y la alegría de mis alumnos.
Gracias a todos los que compartieron mi publicación, a los que me llamaron, a los que me escribieron para saber si tenia novedades y mi eterno agradecimiento a los muchachos de la feria y a esa familia con ese angelito llamado EMILIA.
Los cascabeles de la pelota sonaron mas fuertes que nunca y las oraciones que cada uno elevó para que esto pasara fueron escuchadas.
En la foto estamos todos juntos en la feria y la nena en los brazos de su papá, ella es el ángel de los YANARCAS, equipo de goalball de ciego de Santiago del Estero».
