Un joven de 23 años fue asesinado de un disparo en la cabeza en la puerta de su casa tras una discusión con un vecino que le pidió que bajara el volumen de la música. El hecho sucedió en la intersección de las calles Homero y Tunuyán de Parque Barón, en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora. Allí vivía la víctima, Alberto Alejandro Pazos, junto su a esposa embarazada y un hijo de 4 años.
De acuerdo con el relato de Miguel, cuñado de Pazos, la familia comía un asado y escuchaba música cuando un vecino, identificado como Osvaldo Andrigui, le pidió «por favor» que bajara la música, pedido al que el joven accedió. Luego, cuando Pazos mantenía una conversación con su vecina, la esposa de Andrigui, éste «sacó un arma de la cintura sin mediar palabras ni nada, le apuntó a la panza de la mujer embarazada, después le apuntó a la cabeza a mi cuñado y le pegó un tiro».
El familiar agregó, en dialogo con C5N, que en ese instante su cuñado «cae al piso y ahí salieron todos los vecinos y llamaron a la policía». Pazos fue trasladado de urgencia a la clínica 2 de Abril, donde los médicos constataron que presentaba una herida de bala en el parietal izquierdo. Fuentes policiales indicaron que, tras haber recibido las primeras curaciones, la víctima fue derivada al Hospital Finochietto de Avellaneda, donde murió ayer por la tarde.
A su vez, el cuñado explicó que la relación que existía con el asesino, que ya fue detenido, era conflictiva. «El problema ya viene desde hace rato. Parece que este tipo tenía problemas con él», expresó, y recordó: «El año pasado vino con un hacha sin decir nada y le entró a pegar a la puerta y la rompió toda. Como era un vecino, dijimos que no íbamos a hacer una denuncia ni nada, pero nunca pensamos que íbamos a terminar en esto».
En tanto, la hermana de Pazos añadió, en declaraciones a Crónica TV que «es una injusticia lo que se hizo acá» y reclamó: «Quiero que pague, que quede preso para toda la vida». Además, denunció que si bien está detenido, «lo están cubriendo».
El crimen de Pazos sacudió al barrio entero, por lo que tanto los familiares como los vecinos de la víctima se manifestaron en la calle para reclamar justicia. Indignados por el crimen, un grupo de personas realizó pintadas en la fachada de la casa del atacante y le arrojó objetos. Como consecuencia, la Policía montó una custodia en el domicilio del acusado.
