Sin lugar a dudas que uno de las principales preocupaciones que tiene la sociedad, en la actualidad, es el comportamiento de los jóvenes. Al respecto el sacerdote José Daniel Centeno (Misionero de La Salette) señaló, «el joven de hoy se encuentra en una calle sin salida» y aseguró que «desde la iglesia podemos hablar muy bien, pero el tema es cómo vivimos y nuestra comunidad católica está fallando».
En diálogo con La Banda Diario el presbítero, quien este fin de semana realizó una jornada con jóvenes comentó, «hay una familia que no está presente o que tiene una escasa formación como familia con unos padres que van aprendiendo sobre la marcha, son jóvenes que no tienen los elementos o la experiencia necesaria para acompañar la vida de sus hijos».
Sobre este punto añadió, «de ahí salen los problemas y los chicos buscan soluciones en las drogas, alcohol o como forma de escape a una vida que se presenta llena de conflictos familiares, entonces buscan protección en pandillas».
Por otra parte el padre Centeno indicó, «el joven no encuentra su modelo humano de vida, no hablo de santos. Los que venimos de otras generaciones teníamos modelos de personas humanas como Ghandi, Kennedy, Teresa de Calcuta. Hoy esos estereotipos han desaparecido y el joven no puede vislumbrar lo que va a hacer de su futuro. Si está mirando lo hace con lo que tiene a su alcance, violencia, droga, alcohol que es lo que le ofrece la sociedad».
Seguidamente aseguró que «el joven se encuentra en una calle sin salida; es más tiene que ir creando su propio camino que es más difícil a otras generaciones que seguíamos un modelo que tenía un camino ya hecho».
Para Centeno no queda dudas que existe una crisis generalizada en todos los niveles, «sociedad, iglesia, Estado; y la iglesia en este momento está pasando una crisis que difícilmente presentaría modelos a seguir. El joven tiene que venir de una familia católica que influya constantemente para que pueda captar un modelo en su comunidad, de personas concretas. Al joven hoy no le llama la atención la vida de San Francisco de Asís con los pajaritos y la naturaleza, pero sí una persona que lucha y se juega por vivir que de testimonio».
Finalmente el sacerdote perteneciente a los Misioneros Nuestra Señora de La Salette manifestó, «desde la Iglesia podemos hablar muy bien, pero el tema es cómo vivimos y nuestra comunidad católica está fallando».
