Lo que iba a ser el partido más importante de la historia del fútbol argentino, se transformó en un papelón mundial con la suspensión del superclásico entre River y Boca, que iba a definir al campeón de la Copa Libertadores.
Por el escándalo, en las redes sociales se mezcló de todo: información, críticas, bronca y, por supuesto, los infaltables memes que apuntaron contra River, los dirigentes de la Conmebol y los jugadores de Boca. Aunque se trató de un hecho triste y bochornoso, el ingenio popular volvió a ser uno de los protagonistas en el cierre de un sábado caótico.