El paro general anunciado por la CGT parece haber marcado un punto de quiebre en la relación entre un sector del sindicalismo y el gobierno nacional. Es que uno de los dirigentes que hasta ahora había acompañado a la gestión de Mauricio Macri decidió plantear sus reparos.
El líder de los grastronómicos, Luis Barrionuevo, admitió que está desilusionado con el Presidente. «Yo esperaba para estos tiempos que cumpliera con algunas de las promesas que había hecho en campaña», analizó. Y desarrolló: «Yo dije que había llenado el Gobierno de CEO’s, que seguramente tienen capacidad para empresas privadas, pero demostraron con el tiempo que no están preparados para la función pública».
Barrionuevo es uno de los dirigentes que respaldó la huelga general convocada para el 6 de abril luego de un año en el que -admitió- trataron de dilatar las medidas de fuerza para acompañar a la administración central. La movilización del 7 de marzo fue determinante. Creció la presión de los trabajadores hacia la conducción y no hubo otra alternativa.
El sindicalista se mostró esperanzado en que el Poder Ejecutivo cambie el rumbo en los tres años que le quedan y advirtió que que Cristina Kirchner dejó de ser una alternativa de poder. «De tantos viajes que hace a Comodoro Py, en algún momento va a quedar adentro; el cristinismo no existe más», auguró.
Una frase de Barrionuevo quedó grabada a fuego en el acervo cultural argentino por su frase «hay que dejar de robar durante dos años». Ahora estimó que del análisis del Presupuesto se puede estimar cuánto dinero «robaron» los funcionarios que estuvieron en la gestión pública los últimos años. «Si analizás los números, te das cuenta qué sobrefacturaron y qué no hicheron. Se hablaba de 10 mil millones de dólares, yo creo que fueron 60 mil», detalló.
Infobae
