El expresidente Luiz Inacio Lula da Silva quedó anoche preso en Curitiba, tras un proceso judicial que lo condenó a 12 años y un mes de cárcel por corrupción.
Tras el ingreso del exmandatario a la superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde empezó a cumplir su pena, hubo disturbios en la entrada del edificio y la policía tuvo que lanzar bombas de estruendo y disparar balas de goma para dispersar a los manifestantes que lanzaron palos y piedras contra los agentes. Nueve personas resultaron heridas, aunque ninguna de gravedad.