A Mauricio Macri no le sorprendió el recorte de las tasas de interés decidida por la Reserva Federal (FED) para proteger a la economía americana que protagoniza su ciclo de expansión más largo en la historia de los Estados Unidos. Macri ya aprendió a leer los contextos geopolíticos y ahora se apresta a utilizar la decisión de la FED para sostener que «la economía argentina está sólida» y puede interactuar sin inconvenientes con estrategias a nivel global que se diseñan y ejecutan en Washington.
Antes de la crisis financiera de la Argentina que desembocó en los dos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Trump y Xi Jinping ya lidiaban en una contienda mundial que tenía suficiente volumen económico para afectar a los mercados emergentes.
Sin embargo, Macri y su equipo económico no leyeron con precisión las señales que emitían los mercados internacionales y la tormenta bursátil se llevó puesto al gradualismo, a dos vicejefes de Gabinete y a un presidente del Banco Central.
En este contexto, el jefe de Estado alegó que hubo una sequía histórica que afectó las cuentas públicas y que la guerra comercial entre Estados Unidos y China terminó de conjugar una «tormenta de frente» que enterró sus promesas de campaña -pobreza cero- y los tiempos sistemáticos de su plan económico.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el titular del Banco Central, Guido Sandleris, monitorearon los mercados y las deliberaciones de la FED durante días para informar en tiempo real a Macri y al jefe de Gabinete Marcos Peña. Ninguno de los dos quiere repetir la experiencia del 2018, cuando una suma factores endógenos y exógenos puso a Macri contra las cuerdas.
Con la experiencia acumulada en casi cuatro años de gestión, Macri ahora piensa utilizar la baja de las tasas de la FED a favor de su campaña electoral. El argumento proselitista es fácil de explicar desde la perspectiva de un miembro de gabinete que pasa su vida en Balcarce 50: «Si no hubiéramos cerrado con el Fondo, y no hubiéramos cumplido con las metas fijadas, la decisión de la FED nos hubiera pasado de largo», explicó a Infobae.
—¿Y cómo nos impacta? —preguntó este medio.
—Impactaría, es un tema de la agenda futura, impactaría cuando pase la campaña. Sería así: nosotros hicimos el ajuste y estamos cumpliendo con las metas. Si sos inversor y querés ir a los mercados emergentes, porque la reducción de las tasas te saca ganancias, entonces invertís en la Argentina. Esa es la lógica que hay que aplicar…
—¿Y la campaña electoral no pesa, no genera incertidumbre? —insistió Infobae.
—Obvio que influye. Por eso hablo del futuro, y el Presidente hará referencia al futuro en la campaña. La clave es que nosotros estamos preparados para recibir una cuota importante de inversión a los mercados emergentes como consecuencia de la decisión de la FED. Ahí es adonde apostamos; y ahí irá el discurso presidencial.
Macri considera que las declaraciones de Alberto Fernández haciendo referencia asu decisión de ejecutar un default con las Leliq y apuntar a un dolar recontra alto si llega a Balcarce 50, beneficia su estrategia electoral. Y en este sentido, el Presidente aguarda su momento para cuestionar las propuestas de Fernández y asegurar que Argentina está sólida para beneficiarse con las decisiones de la FED y para enfrentar una nueva crisis causada por la agenda global.
El mandatario podría usar estos argumentos económicos en los distintos cierres de campaña que hará la semana próxima en Córdoba, Santa Fe, Vicente López y Capital Federal. Macri asume que Alberto Fernández no «entiende nada de economía», que la decisión de la FED exhibe la aparente estabilidad de la economía y que los niveles de inversión para la Argentina podrían crecer cuando termine la campaña electoral.
