El candidato liberal e independiente, Emmanuel Macron, ganó este domingo la primera vuelta presidencial con el 23,7% de los votos y se enfrentará en dos semanas en un balotaje con la ultraderechista Marine Le Pen, quien se ubicó segunda con entre 23 y 21,7% de los sufragios, según los primeros boca de urna publicados en Francia por la televisión y la radio pública.
Un poco más lejos se ubicaron, empatados, el ex primer ministro conservador Francois Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con un 19%, según sondeos de boca de urna de las consultoras Ipsos y Sofres citados por el diario local Le Monde.
Los números desataron de inmediato los festejos en el bunker parisino de Macron, donde muchos de sus simpatizantes ya lo declaraban ganador al grito de «¡Macron presidente!».
«La vida política francesa ha dado un giro de manera clara», celebró el propio Macron en su primera declaración tras conocerse los primeros sondeos de boca de urna, según la agencia de noticias ANSA. El saliente presidente Francois Hollande llamó a Macron para felicitarlo por el resultado.
La alegría entre los partidarios del candidato liberal se multiplicó ya que los sondeos ubicaron segunda a Le Pen, una candidata que polariza a todo el electorado francés y a quien las encuestas le auguran una derrota en la segunda vuelta electoral.
Pese a ello, el xenófobo partido del Frente Nacional (FN) celebró el segundo lugar de su líder. Le Pen, desde el norte del país, dijo que propondrá «una gran alternativa» y aseguró que «es hora de liberar al pueblo francés».
En tanto, su sobrina y diputada nacional, Marion Maréchal-Le Pen, aseguró que «ha sido una victoria histórica conseguida por los patriotas y los soberanistas».
Poco después, dos de los grandes perdedores de la jornada, el conservador Francois Fillon y el socialista Benoit Hamon, reconocieron su derrota y ambos llamaron a votar por Macron para frenar a Le Pen en la segunda vuelta. Lo mismo hicieron el primer ministro, el socialista Bernard Cazeneuve, su antecesor, el también socialista Manuel Valls, y el actual canciller, Jean-Marc Ayrault, quien, por Twitter, señaló: «Una opción clara: toda la izquierda, todos los republicanos deben movilizar al voto a Macron para Francia, República, Europa».
Por el contrario, el jefe de campaña de Mélenchon, Manuel Bompard, advirtió que existe «una fuerte incertidumbre» respecto al escrutinio y pidió prudencia sobre los resultados.
De confirmarse los sondeos, sería la primera vez que los dos grandes partidos que dominaron la política francesa en los últimos 40 años, los conservadores -Los Republicanos de Fillon- y el este domingo oficialista Partido Socialista (PS) no llegan a la segunda vuelta y, por lo tanto, no pelearán por la Presidencia de la potencia europea.
La jornada electoral comenzó ayer sábado en los territorios franceses de ultramar en la Polinesia, el Caribe y también en las sedes diplomáticas de todo el mundo -incluida la Argentina- para que los franceses residentes en el extranjero puedan sufragar.
Más de 50.000 policías y gendarmes, apoyados por 7.000 soldados, fueron movilizados para proteger los comicios, que tienen lugar tres días después de un ataque que mató a un policía en los Campos Elíseos de París.
Se trata de la primera vez que Francia vota en unas elecciones presidenciales bajo un estado de emergencia, que entró en vigor hace casi dos años, luego de los atentados yihadistas del 13 noviembre del 2015.
Pese a esto, algunos boca de urna ubicaron a la abstención entre el 20 y el 23% del padrón de 45,67 millones de personas, un porcentaje apenas más alto que en las últimas elecciones presidenciales.
Fuente: Telam