«En Santiago del Estero hace nueve meses que no tengo ayuda. Tuve que cerrar un comedor por falta de ayuda por que no podía abastecerlo», dijo y señaló sobre el futuro del hogar de abuelos que dirige allí también: «El hogar de abuelas lo abastezco de aquí. Se me está complicando mucho porque no puedo mandar camiones para allá».Por otra parte, Barrientos contó que el comedor que dirigía en la ciudad bonaerense de Cañuelas también tuvo que dejarse de lado porque no pudo seguir manteniéndolo. «Lo que más necesito es que me ayuden para no cerrar ningún comedor más», reclamó luego.
En tanto, Los Piletones fueron el inicio de una serie de obras benéficas que emprendió ella misma y que hoy se expresan en la fundación que lleva su nombre.
En esta línea, Margarita también comprende un Centro de Salud, dos jardines de infantes, un Centro para abuelos, una Panadería, una Biblioteca, un Club de madres, entre otros proyectos.
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