Un niño, de ocho años, murió de un balazo en la cabeza luego de que un amigo disparara una carabina de manera accidental en la provincia de Salta.
Los pequeños comenzaron a jugar con el arma hasta que se accionó accidentalmente y un proyectil impactó en la frente de uno de ellos, que murió en el acto.
Según informó a Cadena 3 la oficial María Estrada, «no había ninguna persona adulta supervisando» cuando se produjo el disparo.