La pistola 9 milímetros había sido robada en 2017 a un policía por lo que se generó un interrogante mayor, como llegó el arma hasta el alumno.
“Es lamentable esta noticia, porque un arma en la mochila de un niño antes nadie lo podía llegar a pensar, al menos en San Rafael”, dijo el comisario Eduardo Algaba, jefe de la policía de San Rafael.
El incidente ocurrió en la escuela “María Dolores Henríquez de Bustos”, en la zona de la Isla del Río Diamante en la tarde de ayer.
Inmediatamente, vio el arma iniciaron un protocolo que incluyó el aviso a las autoridades escolares por un lado y el llamado al 911 para solicitar la asistencia policial, también se labró un acta y se dio aviso a la familia.
Una vez que los efectivos se presentaron en el establecimiento escolar, incautaron la 9 milímetros y se dirigieron al a Comisaría del Menor.
Mientras realizaban el procedimiento y tomaba intervención la justicia, la situación se agravó aún más porque al cotejar el número de serie se encontraron que la 9 milímetros, que estaba con los proyectiles en el cargador, había sido robada a un policía en un violento hecho que se registró en diciembre del año pasado en las cercanías de la comisaría 38. Al efectivo lo atacaron por detrás, lo golpearon y le quitaron el arma reglamentaria.
“El alumno está contenido, es un niño que no sabe ni como se maneja”, comentó el comisario Algaba.
Mientras tanto el pequeño regresará a la escuela para continuar con las clases normalmente y desde la DGE se realizará un trabajo integral de contención no solo con el pequeño involucrado directamente en el caso sino con todo el alumnado.
El menor, la familia y el robo al policía
Fuentes allegadas al caso confiaron que no toman muy en cuenta la frase del menor y que no habría una relación directa entre el ataque al policía el 5 de diciembre de 2017 cuando le robaron el arma reglamentaria y la familia del chico
“Fue más el dicho de un nene que dice lo primero que se le viene a la mente y que está un tanto asustado por todo el proceso”, comentaron.
Además cuando comenzaron a indagar el entorno del menor, se encontraron que el padre trabaja afuera de San Rafael y el está al cuidado de los abuelos y la pareja del papá, la madre aparentemente falleció tiempo atrás.
“El papá trabaja en otro departamento y a primera vista es toda familia de gente trabajadora, nada hace pensar que puedan estar involucrados con el robo violento al policía”, confiaron.
Lo que no descartan para nada es que “algún allegado o conocido la dejó cerca, el chico la encontró y quiso impresionar a los amigos o algo parecido, sino esa persona mayor eligió un mal lugar para esconderla”, dijo una alta fuente.
Los Andes
