El canciller Felipe Solá expresó este martes que “la defensa de los derechos humanos será permanente desde la Argentina, sea quien sea que viole esos derechos humanos”. Se trata de una expresión directa y una nueva defensa del reciente voto del Gobierno contra Venezuela ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
A lo largo de una videconferencia que ofreció en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), el ministro de Relaciones Exteriores destacó: “Nuestra posición es la misma ante Venezuela, la no injerencia y también la denuncia a los bloqueos o sanciones de otros países”, agregó en una suerte de diferenciación de la postura de Estados Unidos, Brasil y otros países que forman parte del Grupo Lima.
Sin embargo, Solá aclaró que “lo que pasa en Venezuela genera responsabilidades, la situación económica y social sobre todo. Pero la defensa de los derechos humanos será permanente desde la Argentina sea quien sea que viole esos derechos humanos”. Este comentario fue una respuesta a los cuestionamientos internos que hubo de parte de grupos kirchneristas tras el voto de la Argentina contra Venezuela en la ONU.
En este sentido, el canciller remarcó que el Gobierno cree que actualmente hay juridicidad para entender que la violación a los derechos humanos es un tema global.
Además, Solá destacó en su exposición ante los miembros del CARI el trabajo que hizo el Gobierno con los varados durante la pandemia al detallar que se gastaron unos USD 5 millones en la atención de ellos, y que más de la mitad de ese fondo se utilizó en vuelos charter para traer de regreso a los argentinos.
En otro pasaje de su mensaje, el funcionario rechazó la idea de que actualmente exista un éxodo de argentinos en medio de la crisis a otros países y se detuvo en el caso de Uruguay.
“No hay prueba de éxodo masivo en la Argentina. En los últimos días hubo 502 personas que pidieron su baja en AFIP y sólo 200 de ellos se fueron a Uruguay. Eso no es éxodo masivo. Hay situaciones donde algunos quieren respirar en medio de la pandemia, pero no se puede hablar de un éxodo”, dijo, al hacer referencia a los argentinos que en los últimos tiempos pidieron trámites de residencia en el país vecino.
Al mencionar las posibilidades de desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 en la Argentina y en México, por el acuerdo de la Universidad de Oxford y el laboratorio Astra Zeneca, el canciller Solá fue categórico: “No puede haber negocios en relación a la vacuna. La iniciativa con México marcha bien a pesar de algunas interferencias que hubo”. Y calificó de “mentiras que responden a las guerras psicológicas” a esas supuestas “interferencias” en el desarrollo de la vacuna.
En otro orden, Solá se mostró una vez más en favor del multilateralismo y lamentó “la falta de contención que hoy tiene el multilateralismo”. Así, destacó que desde el gobierno de Alberto Fernández quieren desplegar un «multilateralismo donde la palabra solidaridad sea fundamental, que sea realista en la posición en que se encuentra cada uno”.
En el Seminario anual del CARI convocado bajo la consigna de “La estrategia global de la Argentina en tiempos inciertos», Solá también agradeció el apoyo del Consejo en relación al planteo del Gobierno para que Latinoamérica se quede con la titularidad del BID, a pesar de que eso finalmente no ocurrió porque el puesto quedó en poder del funcionario norteamericano Mauricio Claver-Carone.
“La crisis financiera no tuvo un total desenlace. Hoy vemos secuelas de esa crisis. Hay mayor endeudamiento de los países en desarrollo y eso ha minado las posibilidades de desarrollo”, sostuvo en un pasaje de la exposición Solá para exponer la fórmula tentativa de una salida ante la crisis: “La única manera para honrar los compromisos contraídos por la deuda es generando crecimiento de las exportaciones».
Sin embargo, en este sentido, el canciller admitió que es dificultoso que países altamente endeudados salgan solo con las exportaciones en mercados que tienden a cerrarse. «Esto hace que los países que buscan recuperar su capacidad financiera se ven encerrados en esta situación”, dijo.
También el canciller elogió la idea del Gobierno de marchar hacia una apertura comercial con apertura financiera como sinónimo de regreso al mundo. «Pero no nos vamos a endeudar, por lo que hay que centrarse en sus exportaciones”, aclaró.
Destacó en este sentido el rol comercial que debe tener la Cancillería como ocurrió en la época en que Domingo Cavallo era ministro de Economía durante el gobierno de Carlos Menem. “Es un rol esencial”.
Al plantear una crítica directa a la administración de Mauricio Macri en relación a la política exterior, Solá fue contundente: “En el gobierno anterior se abandonó toda la política de integración en América Latina. Solo había unidad para ver qué pensaban de Venezuela».
En ese sentido, adelantó que el Gobierno no va a abandonar el Mercosur. “Hay que retomar la senda perdida de retomar la agenda primero con el Mercosur y luego con la región”.
En la imagen, Gustavo Béliz, candidato para la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). EFE/Raúl Martínez/Archivo“El Mercosur es un enorme logro que no vamos a abandonar. Los acuerdos firmados por el presidente anterior tienen continuidad jurídica”, dijo Solá sobre el bloque regional, aunque aclaró que la Argentina no quiere cerrar acuerdos comerciales apurados con otros bloques.
Pandemia y multilateralismo
Por su parte, el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz, que también participó en la videoconferencia del CARI, detalló que “actualmente vivimos en un excepcionalismo único que requiere sabiduría y prudencia».
También Béliz dijo que la pandemia profundiza las grietas. “Se presenta un mundo de brechas sociales y sin consensos con un debilitamiento de todos los organismos multilaterales”, fue la frase que usó Béliz para graficar la actual situación en la Argentina y el mundo.
En esta línea de pensamiento, el secretario de Asuntos Estratégicos dijo que actualmente hay tendencias a la tecnopolarización que se acrecientan de un modo fuerte y que esa situación “obliga a trabajar con prudencia y sabiduría”.
También Béliz, al igual que lo hizo Solá, habló de la crisis del multilateralismo y bregó para una reconstrucción de ello con “multisolidaridad”. Puso como ejemplos de ello el mensaje que dio recientemente el FMI al sostener que no aceptará ajustes en la negociación con la Argentina por la deuda o en la emisión de bonos solidarios que ofreció la Unión Europea a sus miembros como una muestra de esta solidaridad necesaria.
Por otra parte, Béliz remarcó en su exposición que el Gobierno realizó durante la pandemia una experiencia sui generis del ingreso básico universal con atenciones complementarias a la AUH que permitió evitar que muchas personas caigan en la línea de la pobreza.
“Hay que construir una nueva política de Estado en relación al ingreso básico universal vinculado con el desarrollo tecnológico”, dijo el secretario de Asuntos Estratégicos para reforzar la idea.
También Béliz remarcó que “la educación para el trabajo es la sala de máquinas de un país con justicia social. De allí que el presupuesto 2021 pone el foco en la inversión en la educación y la industria del conocimiento”. Y buscó desechar la idea de que si la economía no es popular no sirve para nada. «No creemos en una economía populista sino que apostamos en construir un capitalismo solidario como una política de Estado”, aclaró.
A modo de introducción a la conferencia que ofrecieron Béliz y Solá, Adalberto Rodríguez Giavarini, presidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, destacó la pluralidad del CARI y expresó que “no existe grieta cuando une el interés nacional”.
Finalmente recordó que recientemente el Consejo defendió la posición de la Argentina de que el BID quede en manos de un representante latinoamericano y mencionó la encíclica del papa Francisco Fratelli Tutti, en pos de remarcar la igualdad entre los pueblos. “Nadie se salva solo en la pandemia”, dijo para sustentar esa idea.