La violencia en México parece no tener distinciones. La guerra narco desatada en el país cobró notoriedad internacional a causa de los múltiples asesinatos que se registraron en los últimos meses, pero en los últimos días se cruzó una frontera impensada que ya conmueve a toda la sociedad.
Una pareja que caminaba por la calle junto a su hijo de 7 meses fue acribillada por un grupo de narcos; y el bebé también. La foto recorrió las redes sociales, se hizo viral en segundos, y desató una polémica que parecía tapada por la espectacularidad de la noticia de la recaptura del capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán.
La violencia narco en México no tiene límites. Foto: Twitter @CuartaPlana.
De la misma forma en que la muerte del bebé sirio refugiado, Aylan Kurdi, en las costas del Mar Mediterráneo indignó a la comunidad internacional, el asesinato de Marcos Miguel Pano provocó la angustia y la vergüenza del país entero.
El crimen tuvo lugar el 29 de enero en la localidad de Pinotepa Nacional, Oaxaca, a las 11 de la noche. El padre de Marco tenía 24 años y su madre, 17.
De acuerdo a una nota publicada por el diario español El Mundo, la Fiscalía que investiga el triple asesinato ya detuvo a siete personas y sigue la pista de un ajuste de cuentas. Pero son varios los indicios que indican, como ya pasó más de una vez, que los asesinos habrían confundido el objetivo y asesinado a gente que nada tiene que ver con ellos.
Por la guerra narco que sacude hace ya demasiado tiempo a México, fueron asesinadas más de 150 mil personas y otras 25 mil siguen desaparecidas.
La Nación
