Como sucede cada dos de noviembre, miles de personas visitaron el cementerio de la Misericordia para visitar a sus familiares.
Las puertas de la necrópolis se abrieron minutos después de las 7 de la mañana; en la oportunidad una multitud ingresó al cementerio y se dirigió a los respectivos nichos y panteones llevando flores.
Por su parte los vendederos de flores, se mostraron satisfechos con las ventas realizadas, aunque destacaron que años atrás era mayor; de todas maneras estuvieron conformes.