Miles de fieles pasaron este lunes por el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, en una manifestación de devoción popular y fe, en el día del Patrono del Pan y el Trabajo.
Muchos devotos se acercan tanto para pedir salud y trabajo. También hubo quienes llegaron para cumplir promesas.
La misa central fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli.
«Venimos a agradecer y a pedir trabajo para todos los que no lo tengan», sostuvo uno de los fieles en declaraciones a la prensa.
Con la llegada del lunes, el ingreso de los fieles estuvo acompañado por una orquesta musical y fuegos artificiales.
Al igual que todos los años, en el primer minuto del 7 de agosto, el templo abrió sus puertas para recibir a los primeros feligreses que habían hecho la fila desde días antes inclusive.
Las autoridades de la iglesia organizaban las filas con los peregrinos, misas, asistencia y baños químicos para recibir a una importante cantidad de hombres, mujeres y niños que llegan.
El fenómeno de la intensa devoción a San Cayetano se da sólo en
Argentina como Patrono del Pan y Trabajo, en otros lugares del
mundo lo veneran como el santo italiano que fundó una congregación
y que, siendo abogado, ayudaba a los pobres en las calles.