Tras su separación de Facundo Ambrosioni, Morena Rial dio a entender que fue víctima de violencia de género y que iba a tomar la decisión de pedir una restricción perimetral.
Finalmente este viernes la joven se puso firme y asistió junto a su abogado, Alejandro Cipolla, a la Comisaría Comunal 12 de la Ciudad de Buenos Aires en la que denunció al padre de su hijo por violencia de género.
Así lo manifestó en «Involucrados» y entre lágrimas contó que le otorgaron un botón antipánico para prevención y una restricción perimetral para que el futbolista no se acerque a la casa de Villa Devoto donde vive con su bebé de tres meses. De todos modos, Ambrosioni sí puede ver a su hijo.
«No tengo trato con él, hay abogados en el medio… Accedí a que viniera a mi casa, pero la última vez que vino se metió en mi habitación, se bañó y me dijo que era una puta de mierda que me acostaba con todos. Y nada que ver, yo vivo para mi hijo», explicó la hija de Jorge Rial.
«No me duele haberme separado, me duele que me haya metido el dedo en culo como lo hizo», sostuvo la mediática. Enseguida, le preguntaron si fue víctima de agresiones por parte de su exnovio, por lo que firme, Morena anunció: «Si».
A su vez, hizo referencia a la pelea que mantuvo con su padre tiempo atrás como a su internación y aseguró que todo fue culpa de Ambrosioni. «Mi papá siempre tuvo razón», comentó. Y agregó convencida: «Mi hermana me dijo: ‘Qué bueno que lo dejaste’. Hoy a la tarde me junto con ella».
Por último, explicó que cuando su hijo estuvo internado, su ex «se fue a las siete de la tarde y volvió a las dos de la mañana porque se fue a comer con los amigos». «Siempre supe que con mi bebé estábamos los dos solos. Mi hijo es feliz y no le va a faltar nunca nada. En las peores momentos, siempre estuve sola. En los últimos dos años el padre no me acompañó en casi nada: salía de joda más de lo normal», concluyó.