Murieron tres personas en un atentado en Bogotá

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Según informaron las autoridades, ayer hacia las 17:00 (hora local) se produjo un ataque con explosivos en uno de los principales centros comerciales de Bogotá, Andino, que dejó al menos tres muertos y nueve heridos. La única guerrilla activa del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), condenó el hecho.

«No hay indicios claros sobre quién puede haber sido el responsable», dijo el presidente Juan Manuel Santos, al anunciar que una «línea de investigación ya está en proceso» y que los autores serán capturados y llevados ante la justicia. Además, se informó que el jefe de Estado encabezará un consejo de seguridad sobre el tema.

El mandatario instó a los colombianos a seguir con su «vida normal» y disfrutar este domingo del Día del Padre: «Los terroristas no van a cambiar nuestro proceder», enfatizó, desde el lugar del ataque y aclaró que hoy el centro comercial funcionará normalmente.

Por su parte, el alcalde Enrique Peñalosa advirtió a estar «alerta» ante cualquier situación sospechosa en Bogotá, «en particular en las próximas semanas».

Peñalosa y la Clínica del Country -que atendió a algunas de las victimas- confirmaron que las víctimas fatales son una francesa y dos colombianas. Dijeron que «fallecieron como consecuencia de las lesiones sufridas» en la explosión en el baño de mujeres del segundo piso del centro comercial, en el que habían cientos de personas que hacían sus compras para el Día del Padre.

Michael Montoya, quien trabaja en la pastelería Nicolukas que está ubicada en el tercer piso, dijo: «Estábamos atendiendo a unos clientes y escuchamos una explosión en el segundo piso (…) Con mi compañera Viviana bajamos a ver qué había pasado y vimos gente llorando y con sangre. Fue en los baños porque salieron unas mujeres llorando. Hubo mucho humo y los de seguridad nos dijeron que evacuáramos».

El edificio fue evacuado y los policías, ambulancias y bomberos llegaron a la zona para brindar soporte.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), en negociaciones de paz con el gobierno, condenó en Twitter lo ocurrido y aseguró que «jamás haría acciones cuyo objetivo sea afectar a la población civil». «El Estado debe investigar a fondo para identificar responsables».

Por su parte, el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño -también conocido como Timochenko-, también deploró el atentado. «Solidaridad con las víctimas en Bogotá. Dicho acto sólo puede venir de quienes quieren cerrar los caminos de la paz y reconciliación», escribió en Twitter.

En primera persona

Con las manos temblorosas por la tragedia, Andrés Bermudez afirmó: «Estoy vivo de milagro (…) Estaba en el segundo piso, iba a pagar unas facturas. Cuando bajaba, estalló algo en el segundo piso. Me invadió el pánico, me puse nervioso y pensé ‘hasta aquí llegué yo». Bermudez relató que vio a «dos personas heridas, gente llorando de pánico».

Otro testigo que evitó dar su nombre describió la escena: «Estaba saliendo un humo denso, bastante negro y un olor fuerte a caucho. La gente empezó a correr para todos lados por la explosión que se escucho».

Antecedentes

Este es el segundo atentado de gravedad que se produjo este año en la capital colombiana. El 19 de febrero, una explosión cerca de la Plaza de Toros dejó un policía muerto y más de 25 heridos (entre ellos, dos civiles), en un hecho que el ELN se atribuyó.

Para el analista Jorge Restrepo, director del centro de análisis del conflicto Cerac, este ataque «es reflejo de la extrema polarización en la sociedad» sobre el fin del conflicto de medio siglo con las FARC y el ELN.

«Aún si no se conoce cuál es el autor, es muy probable que lo que busque este tipo de atentado terrorista es afectar las preferencias de los ciudadanos en términos de esos procesos de paz. Esto sólo le sirve a las posiciones radicales que buscan que se mantenga la salida violenta al conflicto armado interno en Colombia», declaró.

El conflicto armado ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, dejando al menos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.

Agencia AFP

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