Murió Billy Cafaro, pionero del rock en Argentina

0
448

Billy Cafaro, el cantante que con la versión en español del hit de Paul Anka «Pity Pity» se convirtió durante 1958 en un pionero del rock and roll en la Argentina, murió este sábado a los 84 años.

La noticia se hizo públicaen un programa de radio dedicado a la música retro. Pese a que no se dieron más detalles al respecto, inmediatamente se hicieron eco algunas figuras contemporáneas al artista, como el caso de Johnny Tedesco.

Informate másMurió el baterista de Iron Butterfly, banda popular en la era Woodstock
«Adiós Billy Cafaro. Para mí el primer ídolo argentino de música de rock. Encender la radio en cualquier horario sonaba el gran Billy con su extenso y exitoso repertorio. Excelente intérprete de clara, potente y afinada voz. Llenaba estadios y detenía el tránsito en sus presentaciones radiales bajando en helicóptero en pleno Obelisco», escribió en su cuenta oficial de Facebook el ex Club del clan.

Billy Cafaro, quien a fines de los ’50 se convirtió en un súbito fenómeno de la música popular, con exorbitantes ventas de discos y largas colas para verlo actuar, tuvo sin embargo un breve reinado debido a un paso en falso en su carrera artística del que nunca pudo recuperarse.

Ocurrió cuando luego del suceso del single «Pity Pity», que impulsó el lanzamiento de su primer larga duración titulado «Bailando con Billy Cafaro», que incluía los hits «Personalidad» y «Marcianita».

Desde entonces, su carrera entró en un declive tan marcado como lo había sido su llegada al estrellato, que incluyó un forzado exilio en busca de nuevos rumbos y un regreso en el que intentó sumarse sin éxito a «El club del clan», la nueva sensación de la música joven del momento.

Luis María Cafaro nació en el barrio de Palermo, Ciudad de Buenos Aires. Primo de los hermanos Expósito e hincha de Chacarita Juniors, mostró desde chico inclinación para la música, pero no tuvo el apoyo familiar, que lo anotó en un colegio industrial por entender que allí tendría un futuro económico asegurado.

Fue así que se escapó de su casa e intentó cruzar la frontera con Paraguay en busca de un mejor destino, pero fue detenido y devuelto a su casa, desde donde finalmente decidió poner en marcha su sueño artístico.

Pese a que encaró un repertorio con una importante presencia de tangos y boleros, los ecos del boom del rock and roll que llegaron a la Argentina con el filme «Rock Around the Clock», con Bill Halley, lo llevaron a poner un ojo en el nuevo género.

Así encontró en «Pity Pity», de Paul Anka, la plataforma ideal para lanzarse el estrellato, algo que cristalizó de inmediato en 1958 con 300 mil copias vendidas, que impulsaron la grabación de un larga duración.

Pero al año siguiente sufrió un duro revés del que nunca se pudo recuperar, cuando grabó «Kriminal Tango», con el cual enfureció a los tradicionales seguidores del género, quienes creyeron ver ahí una desfachatada burla del rock hacia el tango.

Ante el desprecio del público y la actitud de las compañías discográficas que le cerraron las puertas, Cafaro se exilió en España, en donde intentó continuar adelante con su carrera.

La falta de éxito en el país ibérico y el nuevo boom de la canción juvenil en Argentina, de la mano de «El club del clan», lo trajeron de vuelta al país en 1963, pero no logró cuajar en el elenco que integraban los nóveles Palito Ortega, Chico Novarro, Lalo Fransen y Jolly Land, entre tantos.

Desde entonces, Billy Cafaro intentó en diversas ocasiones reconquistar al público, ya sea con su refrito de «Pity Pity» como con algunos discos de boleros y tangos, el género que lo condenó ante el público.

La falta de recursos económicos también significó para el artista un estilo de vida bohemio, que durante muchos años materializó en una vivienda improvisada en un barco con el que recorría distintas costas.

Ni siquiera el revisionismo de moda en torno al rock en español, que en nuestro país centra su inicio en Los Gatos, Moris, Tanguito y Pajarito Zaguri, entre otros, y a nivel global reconoce a Los Teen Tops; logró reflotar el nombre de Billy Cafaro, acaso uno de los primeros rockstar, aunque por un tiempo demasiado breve.

Sin embargo, un rastreo de entrevistas a figuras relevantes del rock argentino permite hallar diversas manifestaciones sobre su impacto, tal el caso de Miguel Abuelo en los testimonios prestados para la biografía de Tanguito escrita por Víctor Pintos.

«Billy Cafaro era la hostia, la gloria. Fue lo primero que me pegó porque era una especie de incongruencia y a la vez tenía poder de convocatoria en mis centros, en mi individualidad. Me parecía divino, un desfachatado», dijo, en su momento, el líder de Los Abuelos de la Nada.

Fuente: ratingcero

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here