Nación aprobó la financiación de un programa para el desarrollo de las cadenas caprinas

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En la casa, al pie del cerro, de Cristina Quiroga en La Bajada Paclin, cerca de la capital de Catamarca. Agricultora familiar.

El Poder Ejecutivo Nacional aprobó esta semana el modelo de convenio de financiación del Programa de Desarrollo de las Cadenas Caprinas (PRODECCA), cuyo destino es mejorar los ingresos de familias productoras de cabras. Este programa, que se ejecutará a lo largo de seis años, cuenta con el apoyo financiero del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y se implementará en las provincias de Formosa, Chaco, Mendoza, Neuquén y Santiago del Estero.

La Unidad para el Cambio Rural (UCAR), dependiente del Ministerio de Agroindustria de la Nación, estará a cargo de la ejecución del PRODECCA, cuyo monto total supera los US$ 20 millones, de los cuales el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) financiará más de US$ 12 millones, mientras que el resto corresponde a aporte local.

El objetivo del Programa es mejorar los ingresos de los productores cabriteros, mediante su inserción sostenible en cadenas de valor, aprovechando la existente demanda potencial de productos caprinos. Para ello se trabajará en un mayor desarrollo de mercados y se colaborará con las organizaciones de productores y su mejor inclusión en las cadenas de valor de sus productos. Asimismo se aplicarán de manera eficiente políticas públicas orientadas a la agricultura familiar con actividades caprinas.

El programa realizará acciones de alcance nacional, tales como la promoción de mercados y el apoyo a las políticas del sector, pero los recursos para inversiones productivas se destinarán a las provincias de Chaco, Formosa, Mendoza, Neuquén y Santiago del Estero, donde se ubican más del 50% de las explotaciones caprinas, según datos del SENASA. Se estima que en los seis años de ejecución, el Programa beneficiará a unas 8000 familias rurales, respaldando asimismo a productores caprinos cuyos ingresos provengan principalmente de esa actividad, con especial énfasis en la participación de mujeres, jóvenes y comunidades indígenas.

Las cabras son animales particularmente aptos para ser criados en zonas áridas y semiáridas, ya que se adaptan con mayor facilidad a circunstancias ambientales adversas. Según datos provistos por el INTA, se estima que en el país existen más de 46.000 explotaciones dedicadas a esta actividad, tratándose en general de productores atomizados, con explotaciones de diversos tipos, tamaños, sistemas productivos, cantidad de animales y manejo.

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